Entrevista a AC/DC


"¿Que deberíamos estar en un museo? Mmm..."

Angus Young se resiste a colgar el uniforme de colegial y reivindica, en vísperas de su primera gira española en nueve años, la leyenda de AC/DC como gran santuario


SANTIAGO GARCÍA
El Mundo


Un concierto de AC/DC es un rito, un show, una celebración por todo lo alto. La última vez que el grupo australiano nos visitó fue en 2000, en Madrid y Barcelona.

Nueve años después, los cañones y las campanas del infierno volverán a resonar en ambas ciudades y lo harán por primera vez en Bilbao, en una parte de la gira europea que se centra en Palacios de Deportes pero que volverá en junio a campos de fútbol: el 5 en el Vicente Calderón de Madrid y el 7 en el Estadio Olímpico de Barcelona.

Los cinco miembros de AC/DC, nacidos entre 1947 y 1955, han vuelto a la carretera para presentar su decimoquinto disco de estudio, 'Black Ice'. Compuesto como siempre por los hermanos Angus y Malcolm Young y producido por Brendan O’Brien, ha sido número uno de ventas en casi 30 países (entre ellos, España) y lleva vendidas más de seis millones de copias desde que salió a la venta, en octubre del año pasado.

PREGUNTA.- Después de 35 años tocando y de 200 millones de ejemplares despachados de todos sus discos, ¿qué lleva a empezar a trabajar en un nuevo álbum?

ANGUS YOUNG.- No pensamos en cuantos discos hemos vendido, ¡ups!, mi estómago, perdón... Si te paras a pensar en cada detalle acabas juzgando todo. De cara a un nuevo álbum la idea es preguntarte cómo de buenas son tus canciones.

P.- ¿Y cómo se sabe qué canciones merecen estar en un disco?

A.Y.- Para AC/DC es casi como un proceso de edición: puede que tengas 100 ideas pero sólo unas pocas sobrevivirán. Habitualmente, son ellas mismas las que empiezan a despuntar respecto a las demás. Vas apartando, escogiendo y así...

BRIAN JOHNSON.- Y de vez en cuando aparece una maravilla como 'Anything Goes', que surgió al final de la grabación, de repente. Ya habíamos decidido las canciones que irían en el álbum y de repente apareció ese riff. Dices: "¡joder, bingo!".

P.- Es el secreto del rock & roll. ¿Ustedes ya lo han descubierto?

A.Y.- El secreto es que no hay secreto (ríe). Hombre, el tiempo y el esfuerzo que le dedicas cuentan, y también el hecho de que nosotros tenemos mucha experiencia y éso es un grado. Pero es imposible predecir las ideas. A lo mejor estás en casa durmiendo y te viene una gran idea: entonces te levantas y la apuntas o la grabas. Lo mismo te puede pasar mientras vas en un taxi, así, de repente. Claro que luego también te puedes tirar meses esperando a que te salga el estribillo, lo mismo que puedes volver a ideas antiguas que tenías guardadas...

B.J.- Gran parte del secreto es la pasión. Cuando te metes en un estudio, encerrado en cuatro paredes con cuatro tíos, si no tienen pasión, no funciona. ¡Yo soy bastante apasionado!(Ríe). Diría que ésa es la cuestión, ser apasionado. Sé que no es gran secreto, pero es importante.

P.- Muchos grupos evolucionan con cada disco a lo largo de los años, pero de AC/DC se espera que siga siendo igual. ¿Es 'Black Ice' puro AC/DC?

A.Y.- Bueno, es AC/DC versión 2008. ¡Pero claro que es AC/DC!Ése es nuestro gran objetivo, que cuando alguien escuche una canción sepa que es nuestra a la primera... Es lo que buscamos: un sonido inconfundible.

P.- Rock duro, rock pegadizo, heavy rock... ¿Cómo definen su música?

A.Y.- No sé, yo creo que simplemente somos una buena banda de rock & roll.

P.- ¿Cuál ha sido la aportación del productor, Brendan O’Brien?

A.Y.- ¡Es un gran músico!

B.J.- Sí, y tiene un vicio con las cartas que no veas, nos ha dejado sin pasta.

A.Y.- Es un tío con el que es muy fácil trabajar. Hubo muy buen entendimiento y eso es fundamental para tomar decisiones.

P.- ¿Es verdad que después de todo este tiempo en la carretera tocan y cantan mientras duermen?

B.J.- ¿Cantar mientras duermo? (Ríe). Yo me parto de risa cuando sueño. Así soy yo.

A.Y.- Sí, es posible, puede que de vez en cuando toque la guitarra mientras duermo.

B.J.- Joder, no te lo vas a creer, pero con este disco me ha pasado. Hace poco estábamos haciendo entrevistas en Nueva York; trataba de dormir y había una canción del disco que no se me iba de la cabeza (tararea entre dientes), así acostado... Pero es un buena señal, ¿no? Significa que estás viviendo el disco a tope... No sé a cuento de qué venía todo esto (ríe) ¡Vaya montón de paridas!

P.- Siempre han creído que la música principalmente debe entretener y divertir a la gente y no ser utilizada para fines políticos o sociales. ¿Todavía opinan igual?

A.Y.- Sí, sí, es que para nosotros la música es entretenimiento. Todo lo demás, como la política, es otro trabajo. Si eres músico y no piensas así, es mejor que te dediques a otra cosa.

Los curiosos uniformes de colegial

P.- Angus, ¿cuántos uniformes de colegial tiene?

A.Y.- ¿Cuántos? Es difícil de decir, probablemente unos 100, creo… Los tengo ordenados por colores. Lo bueno del uniforme es que no me tengo que preocupar por las modas, sólo tengo que elegir un color. Por ejemplo, si antes de un concierto veo que el público tiene pinta de estar animado, digo: "venga hoy me pongo el rojo…". Así, para darle un poquito de "fuego" al asunto.

P.- ¿Es verdad que por el calentamiento global sus pantalones son ahora más cortos?

B.J.- Parece una pregunta de Monty Python...

A.Y.- En realidad, cuando toquemos en un país caluroso me pondré bañador. No, en serio, yo no pienso en el calentamiento global. Cuando era niño nos metían miedo en el colegio con el enfriamiento global y ahora es calentamiento. Pues vale.

P.- Cuándo dejen la música, ¿quién sustituirá a AC/DC?

A.Y.- Supongo que hay por ahí bastantes grupos jóvenes tocando. Cada generación produce buenos músicos, sobre todo de rock, y el testigo va pasando de unos a otros. Cuando nosotros empezamos nos fijábamos en el rock de los años 50 y principios de los 60. De igual modo, nosotros inspiraremos a alguien y así sucesivamente.

P.- Habrá gente que piensa que deberían estar en un museo, como los dinosaurios. ¿Qué les dirían?

B.J.- ¡Que les den! Éso es lo primero que me viene a la cabeza.

A.Y.- O sea que deberíamos estar en un museo, ¿no? Mmm...

B.J.- ¡Qué desperdicio! Es como el típico tío que se compra un cochazo clásico y lo tiene en un garaje y no lo conduce. Odio a esa gente, es una pérdida de tiempo.

P.- ¿Qué opinan de videojuegos como 'Guitar Hero' o 'Rockband 2', que ofrecen canciones inéditas de grupos muy conocidos?

A.Y.- Bueno, es la tecnología y los nuevos tiempos. En el fondo es otro vehículo para que la música llegue a la gente: puede que haya personas que no te conozcan y que te descubran jugando con la consola. En todo caso, nosotros no tenemos mucho que ver con la música digital. A nuestros fans les gusta el disco físico y siempre hemos hecho elepés.

B.J.- A mí me molesta un poco esto… iTunes está bien, pero que una compañía pueda hacerse con todo me inquieta. Por ejemplo, si no encuentras un disco raro al final tienes que ir a la tienda de la esquina a buscarlo, aunque ésas también están desapareciendo por culpa de estas compañías multinacionales.

A.Y.- Sí, como la nuestra (ríe).

B.J.- Perdón (sonríe).

P.- 'Black Ice' es su primer disco desde 'Stiff Upper Lip'(2000). ¿Qué han aprendido y olvidado en estos ochos años?

B.J.- Tampoco hemos estado descansando. Hemos sacado los DVDs 'Family Jewels'(2005) y 'Plug Me In'(2007) y hemos cambiado de compañía, lo cual ha sido un parto: correos electrónicos para arriba y para abajo, abogados... Eso quita bastante tiempo. Además también necesitábamos un respiro: llevábamos trabajando a tope 28 años…

A.Y.- Los últimos conciertos fueron en el año 2000 y después hemos pasado mucho tiempo escribiendo, que es la base para tener buenas canciones. No te metes en el estudio hasta que no tienes buenas canciones. Además, esta vez ha sido distinto porque no teníamos la presión de entregar nada nuevo. Eso nos ha permitido hacer el disco que queríamos.

P.-Después de tener una calle llamada AC/DC en Leganés, ¿hay planes para más homenajes similares?

A.Y.- ¡Sí, es cierto! Estuve allí y la inauguré... Bueno, a lo mejor podríamos cambiarle el nombre a Washington DC y ponerle Washington AC/DC.

B.J.- (Carcajadas)Me gusta, ¡tiene más sentido así!

P.- ¿Siguen yendo de gira "para viajar gratis"?

A.Y.- (Ríe).

B.J.- Mira, te voy a decir cómo funciona. Lo único bueno de estar de gira es cuando estás en el escenario, el resto es perder el tiempo y que te persiga gente disfrazada de colegial… La clave de una gira son los conciertos, donde te encuentras con todos tus amigos, aunque no conoces a todos por su nombre ni personalmente: éso es lo mejor. Ver a gente joven, ir a sitios dónde nunca has actuado... Por ejemplo, cuando se cayó el Muro de Berlín fuimos para allá. ¿Pero viajar?, eso te lo puedes meter donde te quepa…

P.- Si tuviera que elegir otra banda de hermanos, ¿con cuál se queda, Oasis o Carpenters?

A.Y.- No, no, AC/DC es un grupo de cinco personas. Trabajamos juntos y dependemos los unos de los otros.

Regreso a España

P.- El año pasado se reeditó el vídeo en directo 'No Bull'. ¿Cómo creen que será su regreso a España?

A.Y.- No sé lo que nos tienen preparado en España, lo que sí te digo es que no será fácil repetir aquellos conciertos, aunque siempre tratamos de hacerlo lo mejor posible.

B.J.- La Plaza de Toros (de Las Ventas) fue mágica. Acostumbrado a tocar en sitios modernos como estadios, llegas a un lugar como ése y te dices: "¡qué pasada!".

A.Y.- Sí, fue genial.

B.J.- ¿Y te acuerdas cómo gritaba la gente? Era como un muro de sonido: la leche (ríen).

P.- ¿Conocen alguna banda española?

B.J.- La verdad es que no. Vivo en Estados Unidos y no nos llega ni la radio ni los grupos de España, pero viendo el público, seguro que hay músicos muy buenos.

P.- ¿Un mensaje para los fans españoles?

B.J.- ¡Espabilad, cabroncetes!

A.Y.- Que se animen y escuchen el nuevo disco, esperamos que les guste tanto como a nosotros nos gustó hacerlo. Y que cuando vayamos a tocar, no se lo pierdan.