Rayos de Frankestein
Hay grupos que, sin ánimo de inventar nada nuevo, traen un soplo de aire fresco al panorama musical que nos está tocando vivir. Y es lo que hacen desde 2004 los madrileños Juanita y Los Feos, cuyas influencias más evidentes vienen de finales de los 70s's y principios de los 80's: el garage revival de los Cramps, el punk californiano de The Avengers o The Germs y la nueva ola de X-Ray Spex, Devo o Los Pegamoides. Con estas coordenadas nos podemos sólo podemos esperar caos y ruido, pero es que además las canciones de Juanita y Los Feos tienen melodías pegadizas y una voz chillona que nos transporta a los 80's haciéndonos pensar en Poly Styrene, Silvia de Último Resorte o Alaska (cuando gritaba). Si a eso le unimos unas letras absurdas en las que no se cortan un pelo, tenemos uno de los grupos más auténticos del momento.
El año pasado por estas fechas grabaron un LP que no salió hasta este verano, editado conjuntamente por Beat Generation, Gramaciones Gramofónicas y Big Black Hole en vinilo y Dead Beat Records en CD y con un tema menos.
La cara A comienza con un garage muy rocanrolero llamado El agujero, suena a un cruce entre los primeros Coyotes y los Desechables. En el siguiente corte, Madre soltera, cambian completamente de tercio con un teclado machacón muy nuevaolero a la Pegamoides. Con Dame un cuchillo se pasan al punk frenético y chillón y con Reina por un día bajan las revoluciones pero suenan más oscuros. Maldito desagradecido dan un paso más hacia los Parálisis Permanente más punks, en el que Juanita se deja las cuerdas vocales. En Baila como un robot vuelven a experimentar con géneros, esta vez con el synth punk de Screamers o Von LMO con la nueva ola de Devo. Cierra la cara A El huracán ha legado a Vietnam, un garage punk digno del Childish más caótico.
Abre la cara B No tengo ritmo, una de las canciones más poperas del disco, muy festiva y saltarina. Sigue Tu secta es guay, mostrándonos el lado más oscuro e inquietante del punk nueva olero; Footing, de la que me encanta el órgano, casi sesentero; Nima Peymandfar, con la que vuelven al punk ochentero, esta vez con regusto a Rezillos; Sisebuto, punk melódico rápido, caótico y absurdo; y, para terminar, Un piso en el Paraíso, con un fuerte sonido garage 60's punk ochentizado, si es que eso significa algo.
El año pasado por estas fechas grabaron un LP que no salió hasta este verano, editado conjuntamente por Beat Generation, Gramaciones Gramofónicas y Big Black Hole en vinilo y Dead Beat Records en CD y con un tema menos.
La cara A comienza con un garage muy rocanrolero llamado El agujero, suena a un cruce entre los primeros Coyotes y los Desechables. En el siguiente corte, Madre soltera, cambian completamente de tercio con un teclado machacón muy nuevaolero a la Pegamoides. Con Dame un cuchillo se pasan al punk frenético y chillón y con Reina por un día bajan las revoluciones pero suenan más oscuros. Maldito desagradecido dan un paso más hacia los Parálisis Permanente más punks, en el que Juanita se deja las cuerdas vocales. En Baila como un robot vuelven a experimentar con géneros, esta vez con el synth punk de Screamers o Von LMO con la nueva ola de Devo. Cierra la cara A El huracán ha legado a Vietnam, un garage punk digno del Childish más caótico.
Abre la cara B No tengo ritmo, una de las canciones más poperas del disco, muy festiva y saltarina. Sigue Tu secta es guay, mostrándonos el lado más oscuro e inquietante del punk nueva olero; Footing, de la que me encanta el órgano, casi sesentero; Nima Peymandfar, con la que vuelven al punk ochentero, esta vez con regusto a Rezillos; Sisebuto, punk melódico rápido, caótico y absurdo; y, para terminar, Un piso en el Paraíso, con un fuerte sonido garage 60's punk ochentizado, si es que eso significa algo.