Un vertido tóxico mató a 15 personas en Costa de Marfil


AGENCIAS
El Mundo


El último desastre medioambiental se ideó en Londres, y se llevó a cabo en el país africano de Costa de Marfil. Allí, la multinacional Trafigura vertió 500 toneladas de aceites tóxicos provenientes del refinado del petróleo en agosto de 2006. Según se ha podido comprobar mediante los correos electrónicos internos de la empresa, lo hicieron intencionadamente y a sabiendas de que en Europa el mismo hecho estaría absolutamente prohibido.

Ahora, la ONU señala que existen suficientes evidencias de que los desechos tóxicos vertidos hace dos años por el barco "Probo Koala" en torno a Abidján, la capital de Costa de Marfil, causaron al menos 15 muertes, 69 hospitalizaciones, y más de 108.000 consultas médicas que abarrotaron los hospitales de la zona.

El experto de la ONU que ha llevado el caso, Okechukwu Ibeanu, ha asegurado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que las personas que fallecieron tenían los mismos síntomas cuando fueron atendidos en el hospital: dolor abdominal, sangrado por la boca o pequeñas quemaduras en el rostro. "Existen indicios razonables que indican que se violaron los derechos humanos con este incidente. Hay suficientes evidencias para determinar que esas muertes y enfermedades estuvieron directa o indirectamente relacionadas con el vertido", sostiene.

Los informes de las autopsias oficiales de 12 de las presuntas víctimas revelaron que éstas poseían concentraciones mortales de sulfuro de hidrógeno (H2S o ácido sulfhídrico), un gas tóxico proveniente del refinado del petróleo.

A pesar de esto, Trafigura ha estado insistiendo públicamente durante tres años que sus residuos eran inofensivos. Es más, hasta ahora ha negado las solicitudes de indemnización, y sus abogados han amenazado a cualquiera que haya intentado contradecir su versión. Los diarios The Guardian y The Times, la cadena de televisión BBC, y otros medios de Holanda y Noruega lo pudieron comprobar de primera mano con demandas y amenazas, y el experto de la ONU ha recibido varias descalificaciones por su trabajo.

Sin embargo, las decenas de correos electrónicos internos que ahora han salido a la luz revelan cómo conocían de antemano que esta operación química, un proceso barato llamado 'lavado cáustico', generaba desechos peligrosos y que estaba prohibida por las leyes occidentales. Además, los documentos demuestran que desde la sede de Londres esperaban obtener unas ganancias de siete millones de dólares mediante la compra de gasolina contaminada con azufre procedente de México. Ésta se decidió 'procesar' a bordo del buque 'Probo Koala', anclado en alta mar.

Ibeanu denuncia que tres años después de los vertidos, la limpieza del área afectada ha sido inadecuada y que éstos podrían afectar a la población que vive en los alrededores. En ese sentido, denuncia que se desconoce el impacto que puede causar en la población la mezcla de las diferentes sustancias tóxicas, así como sus efectos a largo plazo.

Por otro lado, señala que, aunque la empresa holandesa Trafigura acordó con las autoridades de Costa de Marfil el pago de 152 millones de euros como compensación, que supuestamente debían invertirse en paliar los efectos del vertido tóxico, "no sabe adónde fue a parar ese dinero".

El incidente del 'Probo Koala' ha causado gran conmoción en Holanda porque la carga tóxica fue enviada a Costa de Marfil después de que los servicios de limpieza del puerto de Amsterdam rechazaran hacerse cargo del trabajo.