Kandinsky y Malevich, en la Fundación Caixa Galicia en Ferrol


ALBINO MALLO
Xornal



La directora de la Fundación Caixa Galicia, Teresa Porto, el director adjunto del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, Ivan Karlov, y la comisaria Anastasia Karlova presentaron la exposición “Orígenes de la vanguardia rusa” que se podrá ver en la sede ferrolana de la Fundación Caixa Galicia hasta el próximo 29 de marzo.

Hacia finales de la década de 1900, Rusia fue el escenario de algunos de los movimientos de vanguardia que con más fuerza se desarrollaron en el siglo XX. Las nuevas propuestas conceptuales y estéticas se gestaron bajo una gran influencia de la artesanía y las tradiciones populares rusas.

En el primer segmento de la exposición se exhiben obras de Igor Grabar, Nikolai Milioti e Isaac Brodski realizadas en la primera década del siglo XX, y en las que aún se percibe la orientación impresionista y simbolista en el tratamiento de los temas rurales y folclóricos.

En este contexto destaca el lienzo de Mijail Larionov ‘Indiecita’ (1900), ejecutado con el espíritu de los artistas autodidactas y bajo las impresiones de los carteles y vallas publicitarias que tanto estremecerán al artista y que más tarde se convertirán en la fuente de su neoprimitivismo.
La exposición exhibe obras de primera importancia de dos grandes maestros de la pintura rusa que han marcado las transformaciones de la historia del arte del siglo XX: Vasili Kandinsky y Kazimir Malevich.

En los hallazgos realizados por Vasili Kandinsky en su interpretación de las fuentes populares rusas, lo primitivo se revela no sólo en los motivos, sino en la gama de colores, la libertad y las estructuras rítmicas de las composiciones (‘Paisaje de verano’ e ‘Improvisación’).

La interpretación de Kazimir Malevich de los temas religiosos (‘Estudios para una pintura al fresco’) con figuras planas e incorpóreas inspiradas en los luboks tradicionales, supera el lirismo y enajenamiento propios del simbolismo y sienta las bases de su destrucción (‘Autorretrato’).
Una parte importante de esta muestra se centra en la obra de Natalia Goncharova quien, de forma especial, introduce el interés por el primitivismo y el arte popular en los trabajos de los artistas rusos contemporáneos.

En la selección de las obras de Natalia Goncharova, dedicadas a representar la vida rural (‘Recolección de fruta’ y ‘Blanqueando lino’), las escenas parecen hechas con los ojos y las manos de los propios campesinos.

La exposición reúne obras representativas de los principales miembros de la agrupación ‘La Sota de Diamantes’: Piotr Konchalovsky (‘Bandeja y vegetales’), Ilia Mashkov (‘Naturaleza muerta con uvas’), Robert Falk (‘La vieja Ruza’), que ilustran cómo el entusiasmo por la obra de Cezanne fue reemplazado por la creación de naturalezas muertas y paisajes de factura, formas y colorido inspirados, ante todo, en las pinturas sobre bandejas y carteles, los juguetes de madera y arcilla, y la arquitectura antigua.

Quizá como en un ningún otro lugar, en Rusia las mujeres desempeñaron un importante papel en los movimientos de vanguardia. En la exposición se muestran trabajos de primer orden de Olga Rozanova (‘Paisaje urbano’ y ‘Café’), una de las grandes artistas entusiastas del neoprimitivismo, y de su contemporánea Elena Guro (‘Mujer con pañuelo’), poetisa y pintora.

En el segmento final del recorrido se suceden excelentes obras de Goncharova, David Burliuk, Malevich, Filonov y Rozanova de la segunda década del siglo XX, donde con independencia de los recursos pictóricos con que experimentaban, se evidencia la persistente influencia neoprimitivista.
El fin de este viaje a la lejana Rusia está coronado por el óleo ‘Cuatro ases’ de Rozanova, obra de la serie ‘Juego de cartas’, tema que la pintora utiliza para desarrollar la idea del arte sin argumento y sin fórmulas tradicionales de expresión, y donde las cartas fueron un medio para reafirmar la inutilidad de los retratos. Un acercamiento al suprematismo, con claras raíces en la cultura popular.

Entre las obras de la colección de artesanía tradicional se encuentra una imagen de ‘Cristo, el todopoderoso’, principal tipo iconográfico de Cristo tanto en el arte griego como en el arte ruso antiguo, realizada presumiblemente por un pintor provinciano de iconos a finales del siglo XVII y que permitirá descubrir la influencia de los tradicionales iconos en algunos de los rasgos de las pinturas de los neoprimitivistas, particularmente evidente en Autorretrato de Malevich.

Además, la exposición reúne una cuidadosa y representativa selección de objetos de uso utilitario con alto valor decorativo realizadas por maestros artesanos entre el siglo XIX y las primeras décadas del XX, procedentes de diferentes regiones de Rusia. Todos ellos son referencias que permitirán al visitante identificar las profundas raíces populares en la pintura de las vanguardias rusas.