Obama enfada a la prensa

JUAN VARELA
Soitu



La prensa está descontenta con el nuevo presidente. Está fuera de juego. La nueva Casa Blanca concede la primera entrevista al canal árabe Al Arabiya y se comunica directamente con los ciudadanos a través de su blog mientras rompe algunas convenciones y rutinas. Muchos temen que la transparencia de una nueva democracia directa no sea más que propaganda directa en una democracia secuestrada por la comunicación oficial.

David Gregory, presentador del influyente programa de la televisión NBC Meet The Press, resume la actitud del equipo de Obama: "Les gustaría tener controlada a la prensa en buena medida con un poco más de distancia" que el gobierno de George W. Bush.

Distancia para la prensa. Comunicación directa con los ciudadanos es lo que prometió Macon Philiphs, el director de Nuevos Medios de la Casa Blanca poco antes de que Robert Gibbs, secretario de Prensa, inaugurase las ruedas de prensa de la Casa Blanca cometiendo dos errores: pedir que no se atribuyeran al consejero Gregory B. Craig sus explicaciones sobre la orden presidencia de acabara con Guantánamo y luego citarlo por su nombre de pila en la rueda de prensa posterior.

Los medios y los corresponsales de la Casa Blanca, un selecto grupo de periodistas, estaban furiosos. Cuando el presidente volvió a jurar su cargo para evitar problemas legales lo hizo sin la presencia de las cámaras y con sólo un fotógrafo oficial. Los reporteros se quejan de que las promesas de apertura y transparencia de la nueva Administración no rigen para ellos.

Y tras el descontrol de los primeros días, cuando el nuevo equipo se encontró una Casa Blanca tecnológicamente obsoleta, el blog oficial ha comenzado a publicar resúmenes de las ruedas de prensa y gran parte de la información que se ofrece a los medios.

La prensa está desconcertada. ¿Será Obama el primer presidente que rompa el tradicional papel de mediador entre el poder y los ciudadanos de la prensa?

No es el único que lo intenta. El presidente Zapatero prefirió comparecer el lunes en el programa de TVE Tengo una pregunta para usted para hablar de la crisis antes que hacerlo en el Parlamento.

El líder de PP, Mariano Rajoy, había rechazado la invitación de TVE porque está reduciendo al mínimo sus comparecencias públicas y sus compromisos con los medios ante la crisis del partido y el escándalo del espionaje en la Comunidad de Madrid.

Obama y su equipo han conseguido una base fiel de 13,5 millones de seguidores en su red social y en su base de datos que han traspasado al Partido Demócrata. La usarán para imponer a sus candidatos en diferentes elecciones y para debatir proyectos antes de su presentación oficial.

Más democracia directa, o al menos más comunicación. Tiene sus peligros. La ausencia de filtros permite a los ciudadanos acceder a los mismos datos que los medios, pero también desaparece la trastienda del gobierno y sus intereses.

Obama y su equipo buscan amigos en las redes sociales. Ciudadanos a los que convertir con la afectividad de una postpolítica basada en la crónica personal y el mito, además de la política. Obama es cool, un político enrollado. Y la prensa ve cómo se va desplazando su papel de vigilante del poder a mero palmero de las decisiones presidenciales, aplaudidas o discutidas en la interminable conversación de la web 2.0.

La web de la Casa Blanca ha disparado su tráfico desde la llegada del nuevo equipo. Como antes su web de campaña es un gran instrumento de comunicación. Las agencias Associated Press, Reuters y France Presse protestan por el bloqueo a sus cámaras y se niegan a distribuir lo que han llamado "notas de prensa visuales" realizadas por el equipo presidencial.

Después de aprovechar a la prensa para cimentar su mito, Obama la ata corto y utiliza la comunicación directa para hacerla correr tras sus decisiones. Primera semana de gobierno, ni una sola exclusiva. Los periodistas están alerta.

Y algunos como el Comité de Reporteros para la Libertad de la Prensa se quejan de que las promesas de transparencia no llegan a las salas de prensa. Otros, como la influyente Columbia Journalism Review, creen que la nueva ciberdemocracia de Obama está apuntillando el papel de los medios en la peor crisis de su historia.

Megan Gaber protesta porque "la Administración de Bush pasó ocho años intentando deslegitimar a la gente que contaba sus historias; pero peor que abusar de la prensa, sin embargo, es ignorarla".

La solución puede estar en las palabras del presentador de Meet the Press: "Hubo un período cuando la prensa dio a Obama espacio para decir lo que iba a hacer. Y ahora llega el momento de jugar la partida entre la realidad y cómo se cuenta". Ese es el papel del periodismo siempre reclamado. Su valor estará en demostrar que puede cumplirlo.