Francia acepta indemnizar a las víctimas de sus ensayos nucleares

Una ley reparará a quienes enfermaron por radiación en el Sáhara y la Polinesia


ANDRÉS PÉREZ
Público




El Gobierno francés dio ayer el primer y tímido paso que esperaban desde hace décadas las víctimas de sus ensayos nucleares militares.

El ministro de Defensa, Hervé Morin, presentó el anteproyecto de ley que prevé indemnizar a las personas aquejadas de cánceres y leucemias a consecuencia de su exposición a uno de los 210 ensayos nucleares atmosféricos o subterráneos que Francia efectuó en el Sáhara argelino, entre 1960 y 1966, y en la Polinesia francesa, entre 1966 y 1996.

Durante más de cuatro décadas, París negó cualquier responsabilidad en enfermedades y fallecimientos. Afirmaba haber tomado todas las precauciones para proteger a las personas expuestas a las pruebas pese a que numerosos testimonios indicaban que muchos cobayas a veces se encontraban a cientos de metros del lugar y sin protección y recurría sistemáticamente ante los tribunales cualquier decisión favorable a las víctimas.

Ahora, dijo Morin, Francia reconoce "cuatro problemas de confinamiento" de la radiactividad de los ensayos en el Sáhara es decir, liberación de partículas radiactivas y 10 episodios "de lluvias radiactivas significativas en zonas circunscritas".

Para el ministro, sólo "unos cientos de personas" entre los 150.000 militares y civiles participantes en los ensayos nucleares pudieron ser víctimas de cánceres a causa de esa irradiación. El Gobierno francés prevé una primera línea de indemnización de 10 millones de euros en 2009.

Disparidad en las cifras

"Trece años después del fin de las pruebas en el Pacífico y después del tratado de prohibición de los ensayos, ratificado por Francia, es el momento de que nuestro país encuentre la paz consigo mismo", dijo el ministro al anunciar su proyecto de ley.

La Asociación de Víctimas de Ensayos Nucleares (AVEN) y el grupo Moruroa e Tatou, principales colectivos en la batalla por el reconocimiento, admitieron que el anuncio constituye un "avance nada desdeñable" tras décadas de lucha.

No obstante, destacaron que las cifras de víctimas potencialmente indemnizables citada por el ministro se queda corta. Según AVEN, la tasa de cánceres entre los 150.000 civiles y militares implicados en los ensayos ronda el 35% (frente a una media nacional francesa del 17%), y además queda por contabilizar a los civiles saharianos y polinesios potencialmente afectados, que nadie ha escrutado.

Por otra parte, la AVEN y Moruroa e Tatou, que cuentan con 8.000 miembros, recordaron que el dispositivo anunciado por el ministro no prevé la participación de las asociaciones de víctimas en la comisión que examinará las demandas de indemnización.