"Otra nube", Javier Colis y Las malas lenguas (2009)


KEPA ARBIZU
Lumpen




Javier Colis pertenece a ese selecto, por escaso, grupo de rockeros españoles, en los que pueden figuran José Ignacio Lapido, Antonio Arias, Ángel Petisme, Corcobado y hasta Josele Santigao, que se saltan cualquier tipo de frontera entre literatura y música fusionándolas y retroalimentando ambas disciplinas.

Pero no sólo eso, este músico riojano-madrileño va todavía más lejos y se inmiscuye casi en cualquier modalidad artística: el video arte, la pintura, también la producción musical (Por caridad producciones) e incluso montar el festival internacional de spoken word, “Palabra y música”. Como queda claro, los límites artísticos no están hechos para él.

Tras unos primeros proyectos donde la música y las artes plásticas se fusionaban, a finales de los ochenta forma junto a Corcobado, otra “rara avis” en el panorama hispano, "Demonios tus ojos". Un desparrame de ruido y excitación que entre textos apocalípticos, guitarras, chillidos y cualquier estilo imaginable construyeron un estilo transgresor.

“Mil dolores pequeños” será su siguiente experimento, esta vez de la mano de Ajo, cantante y también letrista. Sigue la misma estela de anteriores proyectos, aunque éste intenta alcanzar mayor recorrido, y junto a la provocación y el radicalismo, incluyen muchos más matices y mayor interés por crear canciones más complejas. A lo largo de su andadura contaron con mucha colaboraciones, entre las que destaca la del filósofo Antonio Escohotado.

Y llegamos por fin a Javier Colis y las malas lenguas, actual nombre de su grupo y con el que este año ha editado “Otra nube”. Si hubiera que comparar este nuevo proyecto con los anteriormente mencionados diríamos que éste encaja en unos parámetros más clásicos del rock, siempre con la dificultad de usar estos términos con artistas de estas características, donde queda algo mitigada esa violencia sonora habitual en detrimento de composiciones más serenas.

Casi tres años han pasado desde su anterior trabajo. En este nuevo hay que reseñar la presencia importante del blues. Son muchas las canciones que juegan con dicho estilo. La manera de cantar de Javier Colis, brusca, aguardentosa y arrastrando las palabras encaja perfectamente para tal misión. Así queda demostrado en “Ahí viene esa mujer” (una de las mejores del disco) y en “Estás muy mal”, riffs muy crudos que se alternan con su voz, violenta y directa, llegando a aullar al estilo Iggy Pop.

Teniendo como eje central el blues aparecen otros temas pero con sus propias características diferenciadoras. La versión de Dylan, “I´ll be your baby tonight” se acerca más a un tono cabaretero en clara alusión a Tom Waits y por ejemplo, “Mosquita”, es un sonido más country folk rural.

En otro sentido totalmente distinto encontramos “Mira esa barca”, poema de Giner de los Ríos convertida en una especie de nana siniestra. “Cruje mi reloj” es una honda canción lenta donde predomina lo instrumental frente a la casi inexistente parte cantada. En el mismo sentido se mueven temas como “Una nube” y “Otra nube”.

No podemos olvidar uno de los puntos fuertes de este músico, las letras. En esta ocasión compuestas a medias por Silvia Grijalba, siguen la misma tonalidad habitual, representantes de un lirismo desesperanzador no exento de cierto humor agrio.

Con seguridad no será el mejor disco de este año, ni cambiará la vida de nadie, o tal vez sí, pero desde luego, es gratificante ver a músicos defendiendo su estilo, aun sabiendo que se mueve alejadísimo de los gustos mayoritarios, y construyendo una personalidad complejamente dolorosa, pero altamente recomendable.