JOSÉ M.GALLARDO
Supernovapop
The Sunday Drivers publican el 15 de Junio su cuarto disco en seis años titulado “The End Of Maiden Trip”. Una carrera siempre hacia arriba, sin descanso, sin fisuras que culmina en su disco más personal, un disco que según ellos cierra una etapa, en la que sus protagonistas han hecho el viaje más asombroso de los conocidos en nuestro país superando los handicaps del estilo, del idioma, de su procedencia. En definitiva un éxito rotundo que terminarán de rubricar durante 2009.
Venir de Toledo y debutar con The Sunday Drivers, fue el primer paso que fue creando a su alrededor gracias a la prensa especializada madrileña, una expectativas que no tardarían en llegar. Su estilo de corte clásico con un pie en The Beatles y otro en Ocean Colour Scene y sus canciones en inglés, no eran lo que más de moda estaba en nuestro país precisamente, aun así The Sunday Drivers hacían tan bien lo suyo que enseguida empezaron a hacerse con público fiel. Dieron el salto con Little Heart Attacks, el disco que les encumbró en 2004 y que gracias a una colección de hits instantáneos llegaron incluso a tener su cuota de éxito fuera de nuestro país, sobre todo en Francia, en poco tiempo llegó su pequeña consagración. Varios problemas con su sello y la salida del grupo de Julián Maeso, su teclista de toda la vida, hicieron tambalearse los cimientos de un grupo que parecía tan sólido. Tras tres años y abiertos musicalmente a nuevas influencias como la de Wilco, publicaron Tiny Telephone con el miedo a que el público les hubiera olvidado pero sucedió todo lo contrario, al mismo tiempo que creció su repercusión en nuestro país de manera abrumadora aunque decreciendo fuera, se mantuvieron entre el 2007 y el 2009 con una salud envidiables, proclamado como una des esas cabezas de cartel del pop de nuestro país y devolviéndoles las ganas de continuar.
Tras todo ese periplo The Sunday Drivers a base de pulsos, increíbles y pegadizas canciones, constancia y directos abrumadores, han conseguido en seis años lo que a otros les cuesta la vida y finalmente echando la vista atrás se encierran en el estudio para dar forma a su cuarto disco con la idea de cerrar un ciclo (no se sabe que pasará en el futuro con el grupo) con un disco que ellos defienden como el mejor de su carrera. Que lo sea, o no, no es lo más importante, si lo es el hecho de que manifiesta una evolución serena y consecuente con lo que siempre fue The Sunday Drivers, hoy más The Sunday Drivers que nunca y que nadie podrá restarles esa relevancia ganada con estilo y actitud, aunque tengan multitud de detractores a los que probablemente nunca les gustó el pop británico de los 90, ni tampoco alguno de los discos de los Beatles. Jero su vocalista no ha cambiado su discurso en todo este tiempo y analiza con nosotros toda esta aventura que nos lleva a The End Of Maiden Trip.
Cuarto disco en vuestra carrera y mucho que contar supongo.
Estoy muy contento.
¿Más con este que con los otros?
Bastante más y ahora que me está empezando a llegar feedback (que no se si creérmelo) mucho mejor, eso sí, siempre sabes elegir con que opiniones te quedas. Lo principal es nuestra impresión, ya cuando acabamos de grabar estábamos todos satisfechos, eso es lo jodido en un grupo de cinco o seis, sobre todo habiendo canciones tan variadas.
¿Cual es el feedback que te ha ido llegando?
Lo que más me gusta es una cosa que hemos pretendido toda la puta vida y que nunca habíamos logrado que era acercarnos un poquito al directo, que es imposible conseguirlo, pero que por ineptitud o lo que sea, nunca lo habíamos conseguido y de la grabación de este disco salimos diciendo, con sus imperfecciones, se nota cuando se tiene que notar, la intensidad, más que en otros. Los demás han sido como muy correctos pero les faltaba alma y hay mucha gente que me ha dicho que se notaba eso sin que yo dijese nada y eso me gusta mogollón. Las opiniones son de gente que nos conoce con lo cual tienen para comparar, que no es lo mismo que puede pensar alguien que nos escuche por primera vez, y vienen a decir que notan un cambio dentro de que somos los que somos y que nuestros cambios no son cambios radicales. Hay más guitarras donde las tiene que haber, lo que tiene que ser corto, es corto, lo que tiene que ser largo, es largo, es como todo en su momento justo, me gusta que la gente note esas cosas porque yo estoy muy orgulloso de ellas.
Teniendo en cuenta que habéis grabado en directo prácticamente, ese creo que es el mayor cambio, tal vez buscando las grabaciones de los sesenta tipo The Beatles y capturar la esencia de una banda que ya tiene rodaje.
Puede ser. Yo lo comparo con nuestro primer disco pero bien tocado. En el primero no teníamos ni puta idea de tocar y en este hay esa actitud e ilusión que da el tiempo. Luego hay otra cosa muy importante que también es producto de los años y es que es muy importante cuanto ensayas y creo que hemos sabido ensayar lo justo. Con Tiny Telephone ensayamos mucho, nos pasamos, llegamos al estudio y estábamos saturados de algunas canciones, al final lo que intentas es hacerlo bien pero hacerlo bien no es siempre hacerlo como se debería, puedes clavar el tempo pero no tiene feeling. En este disco hay una cosa que sucede en directo y es que en el estribillo te aceleras, bien pues cuando vas al estudio ya sabes que dejar esta errata por así decirlo, es mejor que trabajarla tanto que al final no tenga feeling.
Antes hablabas de que os ha salido un disco variado y estoy de acuerdo, me da la impresión de que os habéis quietado presión por sonar a The Sunday Drivers y ahora parece que buscáis algo más natural porque ya sois The Sunday Drivers, ¿habéis soltado ciertos lastres?
Yo creo que hay un poco de eso pero también que confías más en ti. También el haber grabado más discos hace que haya cosas que ya has hecho y al final sólo te queda por hacer los estrictamente tuyo. Por ejemplo, ya hemos metido arreglos de cuerdas, pues llega un momento en que te aburres, ya lo has hecho, ya ni te paras a planteártelo. Yo personalmente a la hora de componer y de arreglar he pretendido que cuando la canción no sonaba se quedase ahí y recuperar la primera idea de cuando ya sonaba. Hay estrofas de canciones que tienen batería, bajo y voz. Algo que nunca habíamos hecho que es lo primero que empiezas a ensayar, pero si en el ensayo ya suena, suena guay y te mola mogollón, por qué no dejarlo. Antes decíamos así suena bien pero vamos a probar a meterle no sé que, pasa que al final sacas una línea que a ti te flipa pero no significa que la canción gane. Hemos intentado quedarnos con la primera impresión de lo que nos gustaba y creo que eso al final transmite frescura. Es nuestro disco más personal, bueno el que más personalidad tiene.
Eso consigue toda esa naturalidad que provoca que las canciones sean menos directas y que sea difícil encontrar un single claro de este disco ¿tal vez “Everything reminds me of you”?
Eres la primera persona que lo dice, todo el mundo me habla de “I” y extrañamente de “(Hola) to See the animals”. En realidad nos da igual. Las canciones que han sido single en los anteriores discos siempre he estado orgulloso de ellas y nunca las vi single a priori, de hecho han sido single de repente. Es posible que haya alguna canción de este disco que aun no sabemos y se convierte en single. No vivo en otro planeta y sé que a las discográficas les importa este tema, yo creo que es un disco con muchas canciones buenas, que lo diga yo no tiene valor pero estoy arto de escuchar discos que son discos acojonantes con sólo dos canciones, este tiene más de dos.
Volvéis a grabar con José M. Rosillo que os hiciera dar un salto cualitativo en el pasado con Little Heart Attacks. ¿Por qué volver a contar con sus servicios?
Lo primero es que no había el presupuesto que hubo para el disco anterior y luego nos apetecía hacerlo en “casa”, osea, una grabación cómoda y hay una manera de tener poco dinero y tener tiempo para retocar cosas que es hacerlo con gente de mucha confianza y es que Rosillo es la persona idónea, además de que sea muy bueno en su trabajo, nos ha permitido hacer una cosa que nunca pudimos hacer antes que es poder modificar cosas en el mismo momento que estás escuchando las canciones para mezclar. Rosillo ha sido nuestro técnico de sonido en directo durante cinco años, si tu objetivo es acercarte a tu sonido de directo, quién mejor que él. También hemos estado de acuerdo en que a lo mejor ya no es tan importante que suene un hammond de verdad en una grabación, ¿cuántas personas crees tú que pueden distinguirlo en España haciendo un do en un estribillo en el que suenan otros cuatro instrumentos?, merecía más la pena concentrarse en otras cosas, si hay un solo de hammond merece la pena tener uno, si hay un colchón de hammond, vamos a otra cosa, no me cuentes historias (risas). Tanto él como nosotros hemos cambiado en esto, te vuelves menos purista, menos talibán.
Estáis en un momento extraño con respecto a los teclados. En el disco toca Charlie Bautista e incluso reaparece en un disco de The Sunday Drivers vuestro anterior teclista Julián Maeso en el tema “Hold on to love”, además para directo de vez en cuando Martí Pernarnau sustituye a Charlie. Cuéntame como ves a cada uno de ellos.
Charlie no es miembro estable de la banda, ojalá, pero no puede, su filosofía casi de vida. que respeto y comparto. se lo impide, él es un tío tan fiel que cuando se compromete con la gente va a muerte, el problema es que tiene muchos compromisos (risas). Con nosotros se entrega en cuerpo y alma, cuando puede. Martí es el buenrrollismo personalizado, lo más grande que tiene es su actitud en directo, es contagiosa. Por otro lado Julián es como nuestro primo, él ya no está en el grupo y de hecho fue traumático, cuando él se fue el grupo se tambaleó y lo pasamos muy mal, él y nosotros. Lo que hemos aprendido es que aunque ya no estamos juntos seguimos manteniendo la amistad y eso lleva su tiempo.
Otra novedad es que Lyndon Parish canta una canción en solitario, además en un tema muy alejado de los habituales registros de The Sunday Drivers.
Es una canción muy íntima y personal y yo no sabía si iba a saber darle el feeling que él y la canción exigían, así que pensé que lo mejor era que la cantara él. Creo que le da otro color y resulta interesante que mi voz no se oiga y haya otra corriente de aire. Sabemos que rompe un poco el disco pero nos gusta porque es una canción un poco extraña para nosotros. Otra novedad y otro registro para el disco, creo que hay dos o tres registros nuevos que nunca habíamos querido o sabido mostrar y van seguidos desde “So What”.
¿Nuevos registros buscados?
Con el tiempo te vas quitando cadenas, te la suda un poco más todo pero para bien, te atreves más a sacar las cosas. Hay cosas premeditadas y otras no. Yo por ejemplo me he puesto a fijarme a conciencia en las estructuras de las canciones, estaba arto de mis propias estructuras. “Guerrilla” pide un solo pero en vez de meterle un solo de guitarra hay un solo de coros, “My Plan” pretendía ser dos canciones en una, una parte muy psicodélica y otra muy pop y ha resultado ser una canción sin estribillo o todo estribillo según lo mires. Queríamos atrevernos con cosas que no fueran al uso.
También con el tratamiento de la voz, utilizando la voz doblada que antes no habíais utilizado.
La voz la quería más distorsionada. Siempre me ha flipado el efecto de doblarte la voz, efecto que han utilizado John Lennon, Elliott Smith o Bon Iver, yo nunca lo había hecho. Creo que le da un toque especial, una reverb natural y probablemente pierda calidad la voz porque se ensucia más, creo que es algo que necesitaba el grupo y las canciones
Creo que este disco ya desde el título anuncia el final de un viaje. En ese sentido ¿cómo ha sido el viaje?
El disco se llama así por eso, pensamos que es el final de una etapa, porque además pensamos que en este disco hemos sabido aplicar lo aprendido, por eso creo que es nuestro mejor disco, porque condensas lo que sabes hacer con lo que sabes que no te queda tan bien y encima lo sabes llevar a la práctica, por eso estamos tan orgullosos. El viaje ha sido alucinante, cualquiera que esté en el mundo de la música sabe lo difícil que es sacar un disco, mantener una actividad constante y poder vivir de ella, nosotros jamás hubiésemos soñado con hacer cuatro discos y mucho menos poder vivir de la música. Tenemos gente alrededor que lo ha intentado durante quince años y no lo ha conseguido.
Parece como si anunciarais el final de una etapa, ¿cómo podemos traducir eso?, ¿qué pasará después de este disco?
No lo sabemos…no lo sabemos…no lo sabemos. Seguro que otra cosa empieza, puede ser otro disco o puede ser lo que sea, ni lo sabemos y además no queremos pensarlo.
Participáis de nuevo en el día de la música que organiza Heineken y parece que una versión de Sebastian Tellier que habéis grabado con Lourdes de Russian Red, no va a ver la luz. ¿Sabes que ha pasado?
Por la información que tengo creo que la discográfica de Lourdes no la deja sacarla y es una pena porque la canción quedó muy bien. Aunque creo que sí puede ser tocada en directo, así que si nos dejan la tocaremos juntos el 21 de Junio.
Vosotros ahora acabáis contrato con Mushroom Pillow y viendo los problemas que muchos grupos tienen con sus sellos y que Internet está creando un nuevo estado de las cosas. ¿Habéis pensado en la autoedición?
Es bastante complicado. Depende de tu nivel de exigencia. Tu te puedes grabar en casa pero seguro que no sabes lo que sabe Rosillo por ejemplo, eso no significa que no hagas una cosa que a la mayoría de la gente le suene bien, cada uno se pone sus límites. Yo no sé lo que supone editarse, no sé lo que hay que hacer para autoeditarse, autodistribuirse, autogestionarse, no sé. Nosotros no teníamos dinero para alquilar un estudio y luego poner el disco en las tiendas, eso es lo que nos dio una discográfica. No sé si eso se puede hacer solo porque no lo he necesitado. De todas formas hay cosas que yo no veo bien, creo que las discográficas deberían haber previsto antes de tiempo cosas por las que ahora nos culpan a los artistas, Internet existe desde hace muchos años y no se ha puesto ningún remedio contra lo que podría suponer para los sellos, al final los autores nos encontramos con que el remedio pasa por nosotros, con contratos editoriales, contratos de management, se rasca siempre del sitio que en realidad es el que menos culpa tiene. Creo que cada uno tiene que asumir su parte de responsabilidad, pero yo lo que no he oído o leído decir a una discográfica es “yo estoy mal pero tengo parte de culpa”, cada uno tiene que asumir sus errores, lo primero que hay que hacer es ser honesto, a lo mejor esto pasa porque se ha estado chupando de más mucho tiempo o no se supo ver.
Venir de Toledo y debutar con The Sunday Drivers, fue el primer paso que fue creando a su alrededor gracias a la prensa especializada madrileña, una expectativas que no tardarían en llegar. Su estilo de corte clásico con un pie en The Beatles y otro en Ocean Colour Scene y sus canciones en inglés, no eran lo que más de moda estaba en nuestro país precisamente, aun así The Sunday Drivers hacían tan bien lo suyo que enseguida empezaron a hacerse con público fiel. Dieron el salto con Little Heart Attacks, el disco que les encumbró en 2004 y que gracias a una colección de hits instantáneos llegaron incluso a tener su cuota de éxito fuera de nuestro país, sobre todo en Francia, en poco tiempo llegó su pequeña consagración. Varios problemas con su sello y la salida del grupo de Julián Maeso, su teclista de toda la vida, hicieron tambalearse los cimientos de un grupo que parecía tan sólido. Tras tres años y abiertos musicalmente a nuevas influencias como la de Wilco, publicaron Tiny Telephone con el miedo a que el público les hubiera olvidado pero sucedió todo lo contrario, al mismo tiempo que creció su repercusión en nuestro país de manera abrumadora aunque decreciendo fuera, se mantuvieron entre el 2007 y el 2009 con una salud envidiables, proclamado como una des esas cabezas de cartel del pop de nuestro país y devolviéndoles las ganas de continuar.
Tras todo ese periplo The Sunday Drivers a base de pulsos, increíbles y pegadizas canciones, constancia y directos abrumadores, han conseguido en seis años lo que a otros les cuesta la vida y finalmente echando la vista atrás se encierran en el estudio para dar forma a su cuarto disco con la idea de cerrar un ciclo (no se sabe que pasará en el futuro con el grupo) con un disco que ellos defienden como el mejor de su carrera. Que lo sea, o no, no es lo más importante, si lo es el hecho de que manifiesta una evolución serena y consecuente con lo que siempre fue The Sunday Drivers, hoy más The Sunday Drivers que nunca y que nadie podrá restarles esa relevancia ganada con estilo y actitud, aunque tengan multitud de detractores a los que probablemente nunca les gustó el pop británico de los 90, ni tampoco alguno de los discos de los Beatles. Jero su vocalista no ha cambiado su discurso en todo este tiempo y analiza con nosotros toda esta aventura que nos lleva a The End Of Maiden Trip.
Cuarto disco en vuestra carrera y mucho que contar supongo.
Estoy muy contento.
¿Más con este que con los otros?
Bastante más y ahora que me está empezando a llegar feedback (que no se si creérmelo) mucho mejor, eso sí, siempre sabes elegir con que opiniones te quedas. Lo principal es nuestra impresión, ya cuando acabamos de grabar estábamos todos satisfechos, eso es lo jodido en un grupo de cinco o seis, sobre todo habiendo canciones tan variadas.
¿Cual es el feedback que te ha ido llegando?
Lo que más me gusta es una cosa que hemos pretendido toda la puta vida y que nunca habíamos logrado que era acercarnos un poquito al directo, que es imposible conseguirlo, pero que por ineptitud o lo que sea, nunca lo habíamos conseguido y de la grabación de este disco salimos diciendo, con sus imperfecciones, se nota cuando se tiene que notar, la intensidad, más que en otros. Los demás han sido como muy correctos pero les faltaba alma y hay mucha gente que me ha dicho que se notaba eso sin que yo dijese nada y eso me gusta mogollón. Las opiniones son de gente que nos conoce con lo cual tienen para comparar, que no es lo mismo que puede pensar alguien que nos escuche por primera vez, y vienen a decir que notan un cambio dentro de que somos los que somos y que nuestros cambios no son cambios radicales. Hay más guitarras donde las tiene que haber, lo que tiene que ser corto, es corto, lo que tiene que ser largo, es largo, es como todo en su momento justo, me gusta que la gente note esas cosas porque yo estoy muy orgulloso de ellas.
Teniendo en cuenta que habéis grabado en directo prácticamente, ese creo que es el mayor cambio, tal vez buscando las grabaciones de los sesenta tipo The Beatles y capturar la esencia de una banda que ya tiene rodaje.
Puede ser. Yo lo comparo con nuestro primer disco pero bien tocado. En el primero no teníamos ni puta idea de tocar y en este hay esa actitud e ilusión que da el tiempo. Luego hay otra cosa muy importante que también es producto de los años y es que es muy importante cuanto ensayas y creo que hemos sabido ensayar lo justo. Con Tiny Telephone ensayamos mucho, nos pasamos, llegamos al estudio y estábamos saturados de algunas canciones, al final lo que intentas es hacerlo bien pero hacerlo bien no es siempre hacerlo como se debería, puedes clavar el tempo pero no tiene feeling. En este disco hay una cosa que sucede en directo y es que en el estribillo te aceleras, bien pues cuando vas al estudio ya sabes que dejar esta errata por así decirlo, es mejor que trabajarla tanto que al final no tenga feeling.
Antes hablabas de que os ha salido un disco variado y estoy de acuerdo, me da la impresión de que os habéis quietado presión por sonar a The Sunday Drivers y ahora parece que buscáis algo más natural porque ya sois The Sunday Drivers, ¿habéis soltado ciertos lastres?
Yo creo que hay un poco de eso pero también que confías más en ti. También el haber grabado más discos hace que haya cosas que ya has hecho y al final sólo te queda por hacer los estrictamente tuyo. Por ejemplo, ya hemos metido arreglos de cuerdas, pues llega un momento en que te aburres, ya lo has hecho, ya ni te paras a planteártelo. Yo personalmente a la hora de componer y de arreglar he pretendido que cuando la canción no sonaba se quedase ahí y recuperar la primera idea de cuando ya sonaba. Hay estrofas de canciones que tienen batería, bajo y voz. Algo que nunca habíamos hecho que es lo primero que empiezas a ensayar, pero si en el ensayo ya suena, suena guay y te mola mogollón, por qué no dejarlo. Antes decíamos así suena bien pero vamos a probar a meterle no sé que, pasa que al final sacas una línea que a ti te flipa pero no significa que la canción gane. Hemos intentado quedarnos con la primera impresión de lo que nos gustaba y creo que eso al final transmite frescura. Es nuestro disco más personal, bueno el que más personalidad tiene.
Eso consigue toda esa naturalidad que provoca que las canciones sean menos directas y que sea difícil encontrar un single claro de este disco ¿tal vez “Everything reminds me of you”?
Eres la primera persona que lo dice, todo el mundo me habla de “I” y extrañamente de “(Hola) to See the animals”. En realidad nos da igual. Las canciones que han sido single en los anteriores discos siempre he estado orgulloso de ellas y nunca las vi single a priori, de hecho han sido single de repente. Es posible que haya alguna canción de este disco que aun no sabemos y se convierte en single. No vivo en otro planeta y sé que a las discográficas les importa este tema, yo creo que es un disco con muchas canciones buenas, que lo diga yo no tiene valor pero estoy arto de escuchar discos que son discos acojonantes con sólo dos canciones, este tiene más de dos.
Volvéis a grabar con José M. Rosillo que os hiciera dar un salto cualitativo en el pasado con Little Heart Attacks. ¿Por qué volver a contar con sus servicios?
Lo primero es que no había el presupuesto que hubo para el disco anterior y luego nos apetecía hacerlo en “casa”, osea, una grabación cómoda y hay una manera de tener poco dinero y tener tiempo para retocar cosas que es hacerlo con gente de mucha confianza y es que Rosillo es la persona idónea, además de que sea muy bueno en su trabajo, nos ha permitido hacer una cosa que nunca pudimos hacer antes que es poder modificar cosas en el mismo momento que estás escuchando las canciones para mezclar. Rosillo ha sido nuestro técnico de sonido en directo durante cinco años, si tu objetivo es acercarte a tu sonido de directo, quién mejor que él. También hemos estado de acuerdo en que a lo mejor ya no es tan importante que suene un hammond de verdad en una grabación, ¿cuántas personas crees tú que pueden distinguirlo en España haciendo un do en un estribillo en el que suenan otros cuatro instrumentos?, merecía más la pena concentrarse en otras cosas, si hay un solo de hammond merece la pena tener uno, si hay un colchón de hammond, vamos a otra cosa, no me cuentes historias (risas). Tanto él como nosotros hemos cambiado en esto, te vuelves menos purista, menos talibán.
Estáis en un momento extraño con respecto a los teclados. En el disco toca Charlie Bautista e incluso reaparece en un disco de The Sunday Drivers vuestro anterior teclista Julián Maeso en el tema “Hold on to love”, además para directo de vez en cuando Martí Pernarnau sustituye a Charlie. Cuéntame como ves a cada uno de ellos.
Charlie no es miembro estable de la banda, ojalá, pero no puede, su filosofía casi de vida. que respeto y comparto. se lo impide, él es un tío tan fiel que cuando se compromete con la gente va a muerte, el problema es que tiene muchos compromisos (risas). Con nosotros se entrega en cuerpo y alma, cuando puede. Martí es el buenrrollismo personalizado, lo más grande que tiene es su actitud en directo, es contagiosa. Por otro lado Julián es como nuestro primo, él ya no está en el grupo y de hecho fue traumático, cuando él se fue el grupo se tambaleó y lo pasamos muy mal, él y nosotros. Lo que hemos aprendido es que aunque ya no estamos juntos seguimos manteniendo la amistad y eso lleva su tiempo.
Otra novedad es que Lyndon Parish canta una canción en solitario, además en un tema muy alejado de los habituales registros de The Sunday Drivers.
Es una canción muy íntima y personal y yo no sabía si iba a saber darle el feeling que él y la canción exigían, así que pensé que lo mejor era que la cantara él. Creo que le da otro color y resulta interesante que mi voz no se oiga y haya otra corriente de aire. Sabemos que rompe un poco el disco pero nos gusta porque es una canción un poco extraña para nosotros. Otra novedad y otro registro para el disco, creo que hay dos o tres registros nuevos que nunca habíamos querido o sabido mostrar y van seguidos desde “So What”.
¿Nuevos registros buscados?
Con el tiempo te vas quitando cadenas, te la suda un poco más todo pero para bien, te atreves más a sacar las cosas. Hay cosas premeditadas y otras no. Yo por ejemplo me he puesto a fijarme a conciencia en las estructuras de las canciones, estaba arto de mis propias estructuras. “Guerrilla” pide un solo pero en vez de meterle un solo de guitarra hay un solo de coros, “My Plan” pretendía ser dos canciones en una, una parte muy psicodélica y otra muy pop y ha resultado ser una canción sin estribillo o todo estribillo según lo mires. Queríamos atrevernos con cosas que no fueran al uso.
También con el tratamiento de la voz, utilizando la voz doblada que antes no habíais utilizado.
La voz la quería más distorsionada. Siempre me ha flipado el efecto de doblarte la voz, efecto que han utilizado John Lennon, Elliott Smith o Bon Iver, yo nunca lo había hecho. Creo que le da un toque especial, una reverb natural y probablemente pierda calidad la voz porque se ensucia más, creo que es algo que necesitaba el grupo y las canciones
Creo que este disco ya desde el título anuncia el final de un viaje. En ese sentido ¿cómo ha sido el viaje?
El disco se llama así por eso, pensamos que es el final de una etapa, porque además pensamos que en este disco hemos sabido aplicar lo aprendido, por eso creo que es nuestro mejor disco, porque condensas lo que sabes hacer con lo que sabes que no te queda tan bien y encima lo sabes llevar a la práctica, por eso estamos tan orgullosos. El viaje ha sido alucinante, cualquiera que esté en el mundo de la música sabe lo difícil que es sacar un disco, mantener una actividad constante y poder vivir de ella, nosotros jamás hubiésemos soñado con hacer cuatro discos y mucho menos poder vivir de la música. Tenemos gente alrededor que lo ha intentado durante quince años y no lo ha conseguido.
Parece como si anunciarais el final de una etapa, ¿cómo podemos traducir eso?, ¿qué pasará después de este disco?
No lo sabemos…no lo sabemos…no lo sabemos. Seguro que otra cosa empieza, puede ser otro disco o puede ser lo que sea, ni lo sabemos y además no queremos pensarlo.
Participáis de nuevo en el día de la música que organiza Heineken y parece que una versión de Sebastian Tellier que habéis grabado con Lourdes de Russian Red, no va a ver la luz. ¿Sabes que ha pasado?
Por la información que tengo creo que la discográfica de Lourdes no la deja sacarla y es una pena porque la canción quedó muy bien. Aunque creo que sí puede ser tocada en directo, así que si nos dejan la tocaremos juntos el 21 de Junio.
Vosotros ahora acabáis contrato con Mushroom Pillow y viendo los problemas que muchos grupos tienen con sus sellos y que Internet está creando un nuevo estado de las cosas. ¿Habéis pensado en la autoedición?
Es bastante complicado. Depende de tu nivel de exigencia. Tu te puedes grabar en casa pero seguro que no sabes lo que sabe Rosillo por ejemplo, eso no significa que no hagas una cosa que a la mayoría de la gente le suene bien, cada uno se pone sus límites. Yo no sé lo que supone editarse, no sé lo que hay que hacer para autoeditarse, autodistribuirse, autogestionarse, no sé. Nosotros no teníamos dinero para alquilar un estudio y luego poner el disco en las tiendas, eso es lo que nos dio una discográfica. No sé si eso se puede hacer solo porque no lo he necesitado. De todas formas hay cosas que yo no veo bien, creo que las discográficas deberían haber previsto antes de tiempo cosas por las que ahora nos culpan a los artistas, Internet existe desde hace muchos años y no se ha puesto ningún remedio contra lo que podría suponer para los sellos, al final los autores nos encontramos con que el remedio pasa por nosotros, con contratos editoriales, contratos de management, se rasca siempre del sitio que en realidad es el que menos culpa tiene. Creo que cada uno tiene que asumir su parte de responsabilidad, pero yo lo que no he oído o leído decir a una discográfica es “yo estoy mal pero tengo parte de culpa”, cada uno tiene que asumir sus errores, lo primero que hay que hacer es ser honesto, a lo mejor esto pasa porque se ha estado chupando de más mucho tiempo o no se supo ver.