Este verano se celebra el 25 aniversario del disco de Prince 'Purple rain', su primer éxito
ALEJANDRO ARTECHE
Soitu
El verano de hace un cuarto de siglo arrancaba en Junio con la publicación del sexto disco de Prince, la banda sonora de su primera película llamada 'Purple rain'. Hasta entonces el diminuto músico de Minéapolis había sido un artista no apto para todos los públicos. Discos con títulos como 'Dirtymind' o portadas y fotos donde aparecía con bigote, melena y prácticamente desnudo había hecho que sus discos no estuvieran al alcance de todos en las estanterías. Su música, funk visceral bailable lleno de gemidos y con letras haciendo referencias continuas al sexo, estaba concentrada en el ámbito de los entendidos y las discotecas. En España, que yo recuerde, sus discos ni siquiera se editaban. El sello Warner se había establecido por su cuenta tras haber sido distribuido los últimos años por Hispavox y los primeros discos de Prince se podían encontrar en tiendas especializadas con la pegatina 'Wea import'. Es decir, distribución limitada a según que comercios y a un precio de venta al público abusivo.
Publicado a finales de Junio de 1984, 'Purple rain' aparecía en las tiendas bajo el nombre de Prince & the Revolution, a mi entender la mejor banda de acompañamiento que ha tenido Prince en discos y directos. Ahí estaban las turbadoras Wendy & Lisa o el divertido Doctor Fink a los teclados, que acostumbraba a salir al escenario con bata y mascarilla de cirujano. Era el sexto disco de la carrera de Prince y servía como banda sonora a la película que acaba de protagonizar que, de una manera novelada y maquillada, contaba la historia de la vida de un músico parecida a la suya real.
Se puede considerar 'Purple rain' como el punto de inflexión de la carrera musical de Prince. Atrás quedaban los discos más duros y viscerales para adentrarse en la carrera de lo comercial. ¿O no? Prince en realidad siempre ha hecho lo que le ha salido de las narices y no hay más que ver como en vez de seguir la estela de éxitos que le deparó este disco enseguida se puso a hacer atrocidades como 'Under the cherry moon'. Lo cierto es que este disco le hizo ganar muchísimo dinero y le dotó de un nuevo estatus de super estrella.
Un vídeo ensoñador con un Prince sumergido en una bañera y palomas al vuelo servían para ilustrar el primer single, 'When doves cry'. Una balada electrónica, larga y espesa que, a pesar de su duración, llegó a los primeros puestos de las listas de éxito en radios comerciales. Como singles le siguieron la bailable 'Let’s go crazy' y como tercero la canción que daba título al disco, otro baladón de esos de encender el mechero y ese final que parecía no terminar nunca con Prince poseído por el espíritu de Jimi Hendrix.
Fueron muchos los que esa navidad tuvieron como regalo de reyes una copia en casete o lp de 'Purple rain', aunque en España fueron muy pocos los que vieron la película gracias a Dios, porque aquello era una cosa imposible que no había por dónde cogerla de lo mala que era. Que más da, a estas alturas todo el mundo conoce el disco de Prince, todos saben que es la banda sonora de una película, pero nadie tiene interés en verla. ¿Para qué?
Ganadora de tres Grammy y del Oscar a la mejor canción por 'Purple rain', se calcula que hasta ahora ha podido vender sólo en Estados unidos unas 13 millones de copias. Subió al número 1 de la lista de ventas del Bilboard americano en Agosto del 84 y no lo abandonó hasta finales de Enero del 85. Curiosamente cuando subió al primer puesto echó de él al 'Born in the USA' de Bruce Springsteen y cuando por fin un disco consiguió mover a Prince del top de la lista en Enero, este fue de nuevo el superventas del Boss.La revista Vanity Fair considera el disco como "la mejor banda sonora de todos los tiempos" y la edición americana de Rolling Stone lo calificó de "segundo mejor disco de los 80" y el "72 mejor disco de todos los tiempos" en una lista de 500.
La conmemoración oficial de este 25 aniversario tenía que haberse celebrado el 25 de Junio, que es cuando se puso a la venta. Por desgracia, las noticias ese día estaban copadas por las muertes de Michael Jackson y Farrah Fawcett y no se le dio toda la cobertura mediática merecida.
Entraríamos en un debate demasiado intenso —y perdido por goleada conociendo a los fans de Prince— sobre si tras 'Purple rain', el músico de Mineápolis ha seguido siendo un genio o poco a poco su carrera ha caído en picado. Su obra es muy difícil de seguir por los continuos cambios de discográfica, sus peleas con ellas, los cambios de nombre (recordemos aquello de 'El símbolo' y 'el artista antes conocido como Prince') y las mastodónticas cajas que edita a precios prohibitivos desde su página web. Pero ahí está, subidito a sus tacones y componiendo sin parar. No recuerdo cuántas canciones dijo que tenía grabadas y guardadas listas para publicarse, pero vamos, una burrada.
Coincidiendo con este aniversario, la revista musical Spin a través de su edición digital ponía a disposición de sus lectores un disco homenaje titulado 'Purplish rain'. Para poder descargarlo sólo era necesario contestar una pregunta muy simple que venía en el artículo dedicado al cantante en el número de Julio de la edición impresa de la revista.
'Purplish rain' incluye las mismas canciones que el disco original de Prince y cuenta con las colaboraciones de los triunfadores del pasado año en el soul por sus colaboraciones con Mark Ronson Sharon Jones & the Dap Kings, que convierten 'Take me with U' en una viscosa y pegadiza pieza soulera para no parar de bailar. Esta canción en un principio estaba compuesta para el disco de una de las protegidas de Prince, Apollonia Kotero y su grupo Apollonia 6, y en el último momento decidió quedársela e incluirla en el disco y la película.
Lo divertido de este disco, como todo buen disco de versiones, es ver cómo los grupos moldean y corrompen las canciones a su antojo. Está bien que Fol Chen usen la electrónica para hacer 'The beautiful ones', pero sonar parecido a como puede sonar Prince tiene poca gracia para luego terminar desvariando como lo hacen. En cambio, lo que hacen Sharon Jones o Mariachi El Bronx que convierten 'I would die for U' en una divertidísima ranchera, es muy curioso e interesante y, prácticamente, lo mejor del disco.
Supongo que el lector tendrá interés si aún no ha oído el disco, en saber qué se ha hecho con los temas estrellas del álbum. The Twilight Singers, el proyecto personal del cantante de los Alpha Wings, convierten 'When doves cry' en una especie de marcha medio fúnebre medio militar con ayuda en los coros de la ex Prince Apollonia —que participaba en el disco y película originales— y que por momentos logran las armonías vocales tan características de Prince.
Lavender Diamond, el cuarteto folk de Los Angeles, se encargan de cerrar el disco con la versión de 'Purple rain'. ¿Qué decir de ella? Que tampoco se han roto mucho la cabeza y que queda bastante sosa. Me ponen mañana la canción sin conocer quien la ha hecho y me dicen que es un triunfito en la gala semanal y me lo creo. Tanto ellos como Twilight Singers tenían la oportunidad de lucirse con dos pedazo de canciones y no han sabido aprovechar la ocasión, no sé si por miedo a las críticas, porque les venían grandes o porque no sabían que hacer con ellas. Me hubiera gustado ver el vozarron de Sharon Jones desgarrándose en esta canción o convirtiendo 'When doves cry' en un revientapistas de soul sesentero, por ejemplo. En realidad me hubiera gustado oir a los Dap Kings marcándose todo el disco ellos solos, qué narices.
¡Menos mal que a los punkis tejanos de Riverboat Gamblers les ha quedado una versión de 'Let’s go crazy' super divertida, con toques entre Sweet y Fleshtones y perfecta para hacer el cabra el próximo fin de semana en la pista de baile de tu club favorito!
Publicado a finales de Junio de 1984, 'Purple rain' aparecía en las tiendas bajo el nombre de Prince & the Revolution, a mi entender la mejor banda de acompañamiento que ha tenido Prince en discos y directos. Ahí estaban las turbadoras Wendy & Lisa o el divertido Doctor Fink a los teclados, que acostumbraba a salir al escenario con bata y mascarilla de cirujano. Era el sexto disco de la carrera de Prince y servía como banda sonora a la película que acaba de protagonizar que, de una manera novelada y maquillada, contaba la historia de la vida de un músico parecida a la suya real.
Se puede considerar 'Purple rain' como el punto de inflexión de la carrera musical de Prince. Atrás quedaban los discos más duros y viscerales para adentrarse en la carrera de lo comercial. ¿O no? Prince en realidad siempre ha hecho lo que le ha salido de las narices y no hay más que ver como en vez de seguir la estela de éxitos que le deparó este disco enseguida se puso a hacer atrocidades como 'Under the cherry moon'. Lo cierto es que este disco le hizo ganar muchísimo dinero y le dotó de un nuevo estatus de super estrella.
Un vídeo ensoñador con un Prince sumergido en una bañera y palomas al vuelo servían para ilustrar el primer single, 'When doves cry'. Una balada electrónica, larga y espesa que, a pesar de su duración, llegó a los primeros puestos de las listas de éxito en radios comerciales. Como singles le siguieron la bailable 'Let’s go crazy' y como tercero la canción que daba título al disco, otro baladón de esos de encender el mechero y ese final que parecía no terminar nunca con Prince poseído por el espíritu de Jimi Hendrix.
Fueron muchos los que esa navidad tuvieron como regalo de reyes una copia en casete o lp de 'Purple rain', aunque en España fueron muy pocos los que vieron la película gracias a Dios, porque aquello era una cosa imposible que no había por dónde cogerla de lo mala que era. Que más da, a estas alturas todo el mundo conoce el disco de Prince, todos saben que es la banda sonora de una película, pero nadie tiene interés en verla. ¿Para qué?
Ganadora de tres Grammy y del Oscar a la mejor canción por 'Purple rain', se calcula que hasta ahora ha podido vender sólo en Estados unidos unas 13 millones de copias. Subió al número 1 de la lista de ventas del Bilboard americano en Agosto del 84 y no lo abandonó hasta finales de Enero del 85. Curiosamente cuando subió al primer puesto echó de él al 'Born in the USA' de Bruce Springsteen y cuando por fin un disco consiguió mover a Prince del top de la lista en Enero, este fue de nuevo el superventas del Boss.La revista Vanity Fair considera el disco como "la mejor banda sonora de todos los tiempos" y la edición americana de Rolling Stone lo calificó de "segundo mejor disco de los 80" y el "72 mejor disco de todos los tiempos" en una lista de 500.
La conmemoración oficial de este 25 aniversario tenía que haberse celebrado el 25 de Junio, que es cuando se puso a la venta. Por desgracia, las noticias ese día estaban copadas por las muertes de Michael Jackson y Farrah Fawcett y no se le dio toda la cobertura mediática merecida.
Entraríamos en un debate demasiado intenso —y perdido por goleada conociendo a los fans de Prince— sobre si tras 'Purple rain', el músico de Mineápolis ha seguido siendo un genio o poco a poco su carrera ha caído en picado. Su obra es muy difícil de seguir por los continuos cambios de discográfica, sus peleas con ellas, los cambios de nombre (recordemos aquello de 'El símbolo' y 'el artista antes conocido como Prince') y las mastodónticas cajas que edita a precios prohibitivos desde su página web. Pero ahí está, subidito a sus tacones y componiendo sin parar. No recuerdo cuántas canciones dijo que tenía grabadas y guardadas listas para publicarse, pero vamos, una burrada.
Coincidiendo con este aniversario, la revista musical Spin a través de su edición digital ponía a disposición de sus lectores un disco homenaje titulado 'Purplish rain'. Para poder descargarlo sólo era necesario contestar una pregunta muy simple que venía en el artículo dedicado al cantante en el número de Julio de la edición impresa de la revista.
'Purplish rain' incluye las mismas canciones que el disco original de Prince y cuenta con las colaboraciones de los triunfadores del pasado año en el soul por sus colaboraciones con Mark Ronson Sharon Jones & the Dap Kings, que convierten 'Take me with U' en una viscosa y pegadiza pieza soulera para no parar de bailar. Esta canción en un principio estaba compuesta para el disco de una de las protegidas de Prince, Apollonia Kotero y su grupo Apollonia 6, y en el último momento decidió quedársela e incluirla en el disco y la película.
Lo divertido de este disco, como todo buen disco de versiones, es ver cómo los grupos moldean y corrompen las canciones a su antojo. Está bien que Fol Chen usen la electrónica para hacer 'The beautiful ones', pero sonar parecido a como puede sonar Prince tiene poca gracia para luego terminar desvariando como lo hacen. En cambio, lo que hacen Sharon Jones o Mariachi El Bronx que convierten 'I would die for U' en una divertidísima ranchera, es muy curioso e interesante y, prácticamente, lo mejor del disco.
Supongo que el lector tendrá interés si aún no ha oído el disco, en saber qué se ha hecho con los temas estrellas del álbum. The Twilight Singers, el proyecto personal del cantante de los Alpha Wings, convierten 'When doves cry' en una especie de marcha medio fúnebre medio militar con ayuda en los coros de la ex Prince Apollonia —que participaba en el disco y película originales— y que por momentos logran las armonías vocales tan características de Prince.
Lavender Diamond, el cuarteto folk de Los Angeles, se encargan de cerrar el disco con la versión de 'Purple rain'. ¿Qué decir de ella? Que tampoco se han roto mucho la cabeza y que queda bastante sosa. Me ponen mañana la canción sin conocer quien la ha hecho y me dicen que es un triunfito en la gala semanal y me lo creo. Tanto ellos como Twilight Singers tenían la oportunidad de lucirse con dos pedazo de canciones y no han sabido aprovechar la ocasión, no sé si por miedo a las críticas, porque les venían grandes o porque no sabían que hacer con ellas. Me hubiera gustado ver el vozarron de Sharon Jones desgarrándose en esta canción o convirtiendo 'When doves cry' en un revientapistas de soul sesentero, por ejemplo. En realidad me hubiera gustado oir a los Dap Kings marcándose todo el disco ellos solos, qué narices.
¡Menos mal que a los punkis tejanos de Riverboat Gamblers les ha quedado una versión de 'Let’s go crazy' super divertida, con toques entre Sweet y Fleshtones y perfecta para hacer el cabra el próximo fin de semana en la pista de baile de tu club favorito!