"Before the Frost...Until the Freeze", Black Crowes (2009)


KEPA ARBIZU
Lumpen





Creo que habrá casi unanimidad a la hora de considerar a los Black Crowes un grupo esencial, y de los más significativos, de las dos últimas décadas. Han conseguido el respeto de la crítica, de la gente del rock y mantienen un nivel de ventas y fama aceptable para las cifras que se manejan en este estilo. Además sus características extra musicales también facilitan esa posición. Su historia está repleta de peleas internas, separaciones, reagrupaciones, paseos por el papel couché, etc. Y por encima de todo, su hard rock sureño alimentado con una amalgama de influencias clásicas es un auténtico prodigio.

Actualmente la columna vertebral del grupo la forman los hermanos Robinson, Chris y Rich, y el excelente guitarrista de North Mississippi Allstars, Luther Dickinson. Todos ellos bajo la producción de Paul Stacey, que repite tras el anterior “Warpaint”, han grabado en los estudios de Levon Helm, en un fomato de casi directo, “Before the frost...until the freeze”. Se trata de un disco doble para aquellos que lo compren en vinilo, los que lo adquieran en formato digital tendrán acceso a un código con el cual, en la página web del grupo, podrán descargarse “Until the freeze”, complemento al “Before the frost”, el central e importante.

Muchos de sus fans se llevaron un buen susto al escuchar el tema de adelanto. No es nada nuevo, el grupo ha tenido que ver cómo muchas veces han sido criticados, o mal vistos, por no seguir a rajatabla la forma utilizada en sus primeros trabajos. No le encuentro ninguna pega a sus cambios estilísticos, queda claro escuchando su música que ésta se nutre de diferentes estilos, por ello no es de extrañar que en ocasiones pongan énfasis en unos en detrimento de otros.

“I ain’t hiding” es la mencionada canción de las disputas. La utilización de bases rítmicas casi funkys y el ritmo bailable despistaron a mucha gente. Personalmente la encuentro una composición de lo más fresca y divertida. De todos modos, falsa alarma, se trata de una excepción dentro del tono del disco. Y eso queda claro escuchando por ejemplo “Good morning captain”, puro rock and roll con las características habituales del grupo, una voz potente, guitarras con un deje sureño y, en este caso, ese aire a los Rolling Stones, incluyendo el sonido del piano. También es palpable esta influencia, y la de los Faces, en el fabuloso medio tiempo “A train still makes a lonely sound”.

“Been a long time (waiting on love)” es un tema de hard-rock no excesivamente duro pero que va “in crescendo” hasta desembocar en un final donde los músicos se sueltan y lucen su calidad. Del mismo estilo pero con un toque blues es “Kept my soul”. “Apaloosa” es un meláncolico tema country-rock donde el grupo pasa por su tamiz el sonido de gente como Crosby Still and Nash, consiguiendo un soberbio resultado. “Make glad” se trata de un potente y rítmico tema de funk-rock.

Pero no todo en este disco suena revolucionado y a guitarras eléctricas, “What is home” es puro folk bañado con unas dosis de psicodelia. “Houston don’t dream about me” sigue marcada por el sonido setentero californiano y suena realmente maravillosa. “And the band played on ” resulta, por el ritmo y la composición, extraña en el repertorio de los Black Crowes, pero debo admitir que esa manera amable de interpretar esta suerte de vodevil me fascina. “Last place that love lives” sirve de colofón, un tema folk, desnudo y muy sentido.

“Until the freeze” es el disco de acompañamiento y dado que juega un papel secundario, sólo comentaré que se trata de un conjunto de buenas canciones muy poco rockeras y realizadas bajo el gusto, sobre todo últimamente, que tiene el grupo por las raíces del sonido americano. Así que es el country y el folk, en diferentes variaciones, el eje central y absoluto.

Todos los miedos que a veces hay cuando un grupo de tanto nombre graba un disco nuevo, se disipan desde el primer segundo de escucha de este excelente trabajo. Cierto que su sonoridad en estos últimos tiempos está más centrada en el rock clásico y que han dejado de lado ese hard-rock de alto octanaje de antaño, pero eso no supone un detrimento en su calidad, sólo hay que escuchar, una y otra vez, “Before the frost...until the freeze” para darse cuenta de que estamos frente a una de sus realizaciones más conseguidas.