Andrés Pascual, el compositor de tormentas


JUAN GARRANCHO
Paisajes eléctricos magazine



Después de cautivar a miles de lectores y conseguir el fervor de la crítica con su primera novela, Andrés Pascual vuelve para presentarnos su segundo libro “El compositor de tormentas”. Una historia llena de aventuras, misterios, intriga, magia, romanticismo… y sobre todo pasión hacia la música. Sirva esta entrevista como introducción a esta suite literaria, trepidante y conmovedora que, de la mano de su joven protagonista Matthieu, enganchará a toda persona con un mínimo de sensibilidad.

Con tu primera novela, “El guardián de la flor de loto”, conseguiste un éxito rotundo tanto de crítica como de público y ventas. ¿Qué supuso para ti ser considerado escritor revelación de una forma tan rápida?

Cualquier respuesta que escoja sonará tópica, ya que debería decirte: “un sueño hecho realidad”, “un regalo del cielo” o cosas así. Pero todas ellas son ciertas. Cuando me embarqué en la escritura de El guardián de la flor de loto lo hice como un proyecto personal, sin esperar nada a cambio más allá del placer que me suponía dar forma a cada frase. La primera sorpresa fue que mi agente decidiera representarme; luego vino el contrato con Plaza Janés; después los contratos internacionales para traducir la novela; y, con el tiempo, lo más importante para mí: la increíble respuesta de los lectores.

Ahora llega tu segundo libro: “El compositor de tormentas”. ¿Cuándo y cómo surge esta novela?

La idea esencial, esa que puede resumirse en una sola frase, surgió de forma espontánea cuando todavía estaba inmerso en la redacción de El guardián de la flor de loto. Se me ocurrió escribir la epopeya de un músico que es enviado por El Rey Sol a un país lejano para transcribir la primera melodía cantada por el hombre. Así que, en cuanto entregué el manuscrito de mi primera obra me puse a preparar el esquema de la trama y a documentarme, hice algunos viajes a los escenarios en los que se desarrolla y, cuando tuve las ideas claras, me senté a redactar.

Si el anterior se desarrollaba en la época presente bajo la espiritualidad del Himalaya, con éste nos retrotraes a la corte de Luis XIV, entre el siglo XVII y XVIII, situándolo entre la fastuosidad de Versalles y el exotismo de Madagascar. ¿Qué otras diferencias destacarías entre los dos libros?

Creo que mis dos novelas no son tan diferentes, ya que ambas están escritas con un ritmo trepidante un tanto cinematográfico y nos muestran países lejanos llenos de magia. Algunos lectores me han preguntado si con ésta he dado un vuelco hacia la novela histórica, y yo les digo que no es eso lo que van a encontrar en el libro. Se trata de una aventura de ficción, aunque se desarrolla en escenarios reales traídos de un tiempo pasado. Necesitaba ese ambiente para contar mi historia, quería ese tono, esa música que me brindaba tanto el Versalles del Rey Sol como el Madagascar inexplorado de hace tres siglos.

Imagino que el proceso de documentación y ambientación habrá sido muy laborioso. ¿Qué te ha resultado más difícil a la hora de plasmarlo en el libro?

La labor de documentación, cuando no estás agobiado por las prisas, es un trabajo tan gratificante como el mismo hecho de escribir. ¡Y qué te voy a decir de los viajes a los escenarios! En mi página web tienes alguna galería de fotos que muestra mi sonrisa permanente durante mis andanzas por Madagascar. Una vez que has conocido de tú a tú un paisaje resulta mucho más fácil describirlo, extraer lo que verdaderamente lo hace único.

A la hora de plantearlo, ¿tenías definida su estructura desde el principio o ha ido cambiando poco a poco con el transcurso de la historia?

Primero perfilé la idea primigenia hasta que dispuse de una escaleta completa de la trama. Y tuve la suerte de tener un gran final desde el principio, lo que hizo que todo fluyera con naturalidad, dando lugar a muchas sorpresas bien engarzadas que iban sucediéndose hasta la última página. Pero bien es cierto que durante la redacción del texto, que me llevó aproximadamente un año y medio, surgieron giros que al principio ni siquiera habría imaginado.

Un nexo en común entre ambos tal vez sea la importancia de la música. En “El compositor de tormentas”, desde su título hasta la trama, ya se refleja un significado especial hacia ella. ¿Cuáles han sido tus musas sonoras a la hora de encontrar la inspiración para escribir?

En el apartado de agradecimientos de la novela ya hago alusión expresa a esas musas: a Wim Mertens por su Comme en dormant, que es la pieza esencial en la banda sonora del libro; a Lully y Charpentier, por los acordes barrocos que suenan cada vez que aparecen en escena; a Antonio Vega, pidiéndole que siga cantando para los que quedamos aquí, que por favor no nos prive de ello; a Him; a los Héroes del Silencio, a quienes les doy las gracias por su reencuentro; a Linkin Park por ese giro hacia el pop; siempre a Dido y a Tracy...

El enfoque que le das a la música es muy espiritual. ¿Crees que en la actualidad se ha perdido ese significado más profundo por uno más superficial a la hora de escucharla? Me refiero por ejemplo a que hoy en día la mayoría de los consumidores musicales le dan más importancia a acumular discos que a pararse a escucharlos…

Los gustos musicales son tan personales que resulta difícil opinar al respecto, y me consta que hay personas que prefieren escuchar muchas cosas una sola vez antes que degustar los matices que se extraen en las sucesivas escuchas de un CD. Yo, en cambio, soy consumidor de pocos discos. Cuando uno me brinda el ambiente que busco para escribir lo pongo y lo pongo hasta la saciedad. Tengo unos para las escenas románticas, otros para las escenas de acción, otros que me gusta llevar en el coche para ir pensando en nuevos giros de la historia… Al final, cuando releo los capítulos en mi mente se acciona inconscientemente el PLAY con la música que corresponde a cada párrafo.

Otra característica que reflejas en tus libros es la pasión por los viajes. Desde tu anterior novela hasta ahora, ¿cuáles han sido los que más te han marcado?

Me quedaría sin duda con los dos viajes que he hecho a Madagascar buscando fotos y documentación para la novela. Es una isla cuyos paisajes parecen traídos de otro planeta. Las texturas de la piedra, los colores de las plantas… Es todo tan nuevo que adquiere un aspecto de irrealidad, como pasado por el filtro de una cámara de cine.

Por supuesto también encontramos buenas dosis de aventura y un trasfondo romántico. ¿Qué tanto por cierto hay entre lo que escribes y tu vida real?

¡Te aseguro que mi trabajo de abogado no es muy romántico! Aunque me gusta ejercer en el despacho, la literatura es precisamente un escape a la rutina del día a día. Yo jamás escribiría una novela sobre juzgados como hace Grisham, otro abogado escritor. Es en los viajes cuando doy rienda suelta a toda la aventura y romanticismo que llevo dentro. Disfruto al descubrir las maravillas de cada país a tiempo real, sin un plan prefijado, tratar de mirarlos con el alma más que con los ojos.

Tras el éxito de tu ópera prima, ¿has sentido algún tipo de miedo o presión a la hora de escribir este nuevo libro?

Espero que no suene arrogante lo que voy a decir, pero desde el principio confié en la historia. Me parecía preciosa, sólo se trataba de redactarla bien, sin prisas.

Recientemente “El compositor de tormentas” ha conseguido el galardón de finalista del “VIII Premio de Novela Ciudad de Torrevieja”, el certamen literario mejor dotado de España tras el Planeta. ¿Qué ha supuesto para ti este premio antes de que tu libro viera la luz?

Más allá de la importancia económica del premio, que desde luego es muy gratificante, lo mejor de este galardón es el posicionamiento que le brinda a la novela, por la cantidad de lectores que accederán a ella desde el primer día. De todas formas, como he dicho otras veces y sin querer caer en frases hechas, el verdadero jurado serán los lectores.

Con tu primer libro ya llegaste a firmar para que se publicase en otros países. ¿Hay intención de lanzar tu nueva novela también fuera de España?

Montse Yánez, mi agente, acaba de regresar de la Feria internacional de Frankfurt con buenísimas expectativas. Cierto es que nos ha venido de maravilla acudir allí avalados por el premio, y muchos editores extranjeros se han sentido atraídos por la trama. Les acabamos de enviar los libros recién salidos del horno y ahora sólo falta que las 523 páginas les emocionen, al igual que hizo con el Jurado de Torrevieja. Espero darte noticias muy pronto.

“El guardián de la flor de loto” ya ha rebasado las 100.000 copias vendidas. ¿Qué expectativas tienes puestas en tu nueva novela?

Te resultará difícil de creer, pero tengo activado en mi mente un dispositivo que me impide pensar en cifras. Me encantaría vender un millón de ejemplares de El compositor de tormentas, pero el fijarte una meta implica directamente vivir una tortura innecesaria y, en ocasiones, terminar con una decepción. De lo que se trata es de disfrutar cada paso, cada uno de los comentarios de los lectores que han disfrutado con la novela y me mandan a través de la web y de la página de fans de Facebook fuerza para trabajar la promoción y transmitir a la mayor cantidad posible de gente la ilusión con la que la he escrito.

¿Qué podremos encontrar en ese espacio de Facebook?

He subido galerías de fotos con los escenarios reales de las novelas y otros viajes, reportajes sobre las presentaciones de los libros, del premio… Y los fans reciben anticipos en exclusiva de portadas, apariciones en TV, información actualizada de las presentaciones en sus ciudades y otras noticias que puedan resultarles de interés. Estos días comenzaremos con los foros y os preguntare cosas así como “¿Cuál es la melodía de tu alma?” y otras perlas extraídas de la novela. Tengo ganas de ver dónde nos llevan esos hilos. Lo que yo encuentro cada vez que abro la página es cariño y apoyo en cantidades industriales.

Aparte de tu creación como escritor también has realizado numerosos actos literarios en La Rioja donde has invitado a otros escritores. Especialmente me gustaría que me hablaras de la amistad que has entablado con el barcelonés Pep Blay. ¿Cómo ha surgido esta relación?

El flechazo surgió en la fiesta a la que asistimos en el Pachá de Torrevieja tras la entrega del premio de Novela de 2008, al cual estábamos los dos invitados. Pregunté a alguien: ¿Quién es ese tío? (parecía un rockero, no respondía al estereotipo que uno tiene de los escritores); y ese alguien me dijo: es el biógrafo de Bunbury. A las cinco de la mañana estábamos montando una fiesta en su habitación con unos cuantos periodistas.

Al margen de tu trabajo como escritor también dedicas gran parte de tu tiempo a la música (fue componente del grupo “Catorce de Septiembre” tras los teclados y actualmente forma parte del grupo “Animalversion” en la voz y los teclados). ¿Cómo compaginas tu afición por la música y por la escritura?

En mi caso, compaginar música y escritura es muy fácil, ya que la música que desde hace unos años vengo haciendo se reduce a un rato de diversión cada semana con mis amigos de la banda Animalversión y a montar un par de conciertos al año para matar el gusanillo de escenario. Quedamos todos los viernes por la noche para ensayar y destrozar versiones de ACDC, ZZTop, Gun’s Roses…Te aseguro que por muy cansado que esté cuando llego al local, después de toda la semana de trabajo, esas dos horas de R’n Roll consiguen reavivarme. Es mi yoga particular.