Soitu
Anoche Oasis tocó en Madrid con todas las entradas agotadas hacía semanas. También los tickets para ver a AC/DC se habían agotado supuestamente "en tres horas" cuando se pusieron a la venta el pasado 6 de febrero. Sin embargo, en los últimos días aparecían por sorpresa entradas para ambos conciertos en Tick Tack Ticket. Ha sido el último de los despropósitos en una semana llena de noticias polémicas para la música en directo.
El blog Mercadeo Pop descubrió ayer por casualidad que Tick Tack Ticket seguía vendiendo entradas para los conciertos de AC/DC, como había pasado con las de Oasis unos días antes, tan ricamente, como si centenares de personas no hubieran dejado ya por imposible asistir. A menudo en los días antes de un show se comprueba que caben unas pocas personas más en el recinto y se sacan entradas a la venta sin avisar a la prensa ni a los usuarios. Es una buena noticia para los que pueden conseguir entradas en plan 'repesca', ¿pero qué pasa con los que en ese momento no están metidos en la correspondiente web? Doble drama y doble frustración certificadas en unos dolorosos pantallazos, además.
Está claro que agotar todas las entradas en pocos minutos es una promoción excelente para un grupo, pero no siempre es cierto... ni agrada al artista. Para muestra, un botón. Este 4 de febrero se agotaban en el Ticketmaster estadounidense las entradas para la gira de Bruce Springsteen en pocas horas. Lo habitual. ¿Cuál era el problema? Que el servidor había estado caído casi todo el tiempo y prácticamente nadie había podido comprarlas. Poco después, misteriosamente aparecieron en una web filial, TicketsNow, pero mucho más caras. Lo que antes costaba 95 dólares ahora costaba 700.
El blog musical americano por excelencia, Stereogum, no dudaba en titular, sin ningún miedo a perder a Ticketmaster como anunciante para siempre: "Ticketmaster siempre ha sido una mierda, pero por alguna razón alguna gente todavía se sorprende". Y hasta el propio Bruce Springsteen ha tenido que pedir disculpas personalmente por este caos.
Los usuarios pueden pensar en comprar entradas en otros puntos de venta cuando, ¡oh, sorpresa!, la noticia de que se fusionaban Ticketmaster y Live Nation, promotora de los conciertos de U2 y Madonna, entre otros muchos pesos pesados del pop-rock, aparecía en todos los medios.
El panorama es más desolador si comprobamos lo que pasa desde hace unos días cuando tecleamos ticktackticket.com en la barra de direcciones. ¡De repente estamos en ticketmaster.es! Tenía que pasar tarde o temprano, pero ya hay investigaciones abiertas sobre lo que tiene pinta de ser un monopolio en breve.
Nadie duda de que la industria del CD está muerta, y mientras las discográficas se las arreglan para reconducir los ingresos que daban los discos hacia los ingresos publicitarios que pueda reportar el streaming, Youtube y Spotify mediante, está claro que los directos son la gallina de los huevos de oro a explotar. Ayer se publicaba la lista de los cantantes y grupos que más dinero habían ingresado a lo largo de 2008 y ahí estaba Madonna saludando desde el número 1. ¿Pero Coldplay no habían vendido muchos más discos? Sí, amigos, pero aquí gana más el que llena más estadios.
Las millonadas que se manejan son importantes y las técnicas para conseguir cuatro duros más en cada concierto son agresivas (ahí están los precios de entradas que se manejan últimamente). Hasta nuevo aviso, el gran perjudicado será el usuario que, inocentemente, no tiene más remedio que soltar la pasta en plena crisis por la ilusión de ver a su grupo.
El blog Mercadeo Pop descubrió ayer por casualidad que Tick Tack Ticket seguía vendiendo entradas para los conciertos de AC/DC, como había pasado con las de Oasis unos días antes, tan ricamente, como si centenares de personas no hubieran dejado ya por imposible asistir. A menudo en los días antes de un show se comprueba que caben unas pocas personas más en el recinto y se sacan entradas a la venta sin avisar a la prensa ni a los usuarios. Es una buena noticia para los que pueden conseguir entradas en plan 'repesca', ¿pero qué pasa con los que en ese momento no están metidos en la correspondiente web? Doble drama y doble frustración certificadas en unos dolorosos pantallazos, además.
Está claro que agotar todas las entradas en pocos minutos es una promoción excelente para un grupo, pero no siempre es cierto... ni agrada al artista. Para muestra, un botón. Este 4 de febrero se agotaban en el Ticketmaster estadounidense las entradas para la gira de Bruce Springsteen en pocas horas. Lo habitual. ¿Cuál era el problema? Que el servidor había estado caído casi todo el tiempo y prácticamente nadie había podido comprarlas. Poco después, misteriosamente aparecieron en una web filial, TicketsNow, pero mucho más caras. Lo que antes costaba 95 dólares ahora costaba 700.
El blog musical americano por excelencia, Stereogum, no dudaba en titular, sin ningún miedo a perder a Ticketmaster como anunciante para siempre: "Ticketmaster siempre ha sido una mierda, pero por alguna razón alguna gente todavía se sorprende". Y hasta el propio Bruce Springsteen ha tenido que pedir disculpas personalmente por este caos.
Los usuarios pueden pensar en comprar entradas en otros puntos de venta cuando, ¡oh, sorpresa!, la noticia de que se fusionaban Ticketmaster y Live Nation, promotora de los conciertos de U2 y Madonna, entre otros muchos pesos pesados del pop-rock, aparecía en todos los medios.
El panorama es más desolador si comprobamos lo que pasa desde hace unos días cuando tecleamos ticktackticket.com en la barra de direcciones. ¡De repente estamos en ticketmaster.es! Tenía que pasar tarde o temprano, pero ya hay investigaciones abiertas sobre lo que tiene pinta de ser un monopolio en breve.
Nadie duda de que la industria del CD está muerta, y mientras las discográficas se las arreglan para reconducir los ingresos que daban los discos hacia los ingresos publicitarios que pueda reportar el streaming, Youtube y Spotify mediante, está claro que los directos son la gallina de los huevos de oro a explotar. Ayer se publicaba la lista de los cantantes y grupos que más dinero habían ingresado a lo largo de 2008 y ahí estaba Madonna saludando desde el número 1. ¿Pero Coldplay no habían vendido muchos más discos? Sí, amigos, pero aquí gana más el que llena más estadios.
Las millonadas que se manejan son importantes y las técnicas para conseguir cuatro duros más en cada concierto son agresivas (ahí están los precios de entradas que se manejan últimamente). Hasta nuevo aviso, el gran perjudicado será el usuario que, inocentemente, no tiene más remedio que soltar la pasta en plena crisis por la ilusión de ver a su grupo.