Entrevista a Mike Ness (Social distortion)


JORDI MEYA
Rockzone



Hablar con Mike Ness es hacerlo con una leyenda viva del punk rock. Así que cualquier excusa es buena para poder charlar con él. En este caso, aunque por desgracia todavía no se vislumbra en el horizonte un nuevo disco de Social Distortion, el motivo es su próximo gira que los traerá a Madrid, Barcelona y Barakaldo a principios de Junio.


En junio estaréis tocando en España. ¿Qué podemos esperar de los conciertos y qué recuerdos tienes de nuestro país?

El caso es que sólo hemos estado allí dos veces y con diez años de diferencia, creo. Así que para mí es difícil tener una idea real del país. Además llegamos, tocamos y nos fuimos. Pero recuerdo que me gustó y la verdad es que tengo muy buen presentimiento con esta gira. La última vez que estuvimos en Europa, George Bush era nuestro presidente y me sentía un poco avergonzado. Ahora me siento mejor (risas). En cuanto a los conciertos serán el típico show de SD con mucha energía. Intentaremos escoger canciones de nuestros treinta años de carrera que la gente quiera escuchar, aunque seguro que nos olvidaremos de alguna (risas)

Tuve la suerte de veros la primera vez que vinisteis en la gira de White light, white heat, white trash , por aquel entonces, la verdad es que poca gente os conocía por aquí. Ahora, en cambio, ya se os ve totalmente consagrados. ¿te sorprende ver hasta donde habéis llegado?

Desde el principio queríamos ser un grupo que llegara a todo el mundo, no sólo a los punk rockers. Pero claro, éramos la élite, pensábamos que éramos más que la masa (risas), pero yo siempre he admirado a The Clash, que aunque tenían un mensaje político mucho más fuerte que el nuestro, hacían canciones para todo tipo de gente. Creo que cada persona tiene algo que ofrecer al mundo y yo tampoco quiero escribir para un público determinado , sino para todo tipo de personas.

Aunque vais a salir de gira, lo vais a hacer sin un disco nuevo de estudio. Estáis yendo a poso de tortuga...

(Risas) Yo no diría eso. Lo que pasa es que hemos girado mucho, somos un grupo que trabaja mucho. No es como si hubiéramos sacado un disco hace cinco años y nos hubiéramos quedado sentados en casa. Cada año hemos girado y la única manera de hacer un disco es parar, componer, ira un estudio y grabarlo. Me hubiera gustado tener un disco nuevo en 2008 pero no pudo ser, y ahora ni siquiera sé si lo tendremos listo para 2009.

Pero tienes nuevas canciones escritas

Si, unas cuantas. Pero todavía no sé si son suficientes para hacer un gran disco.
Quizás tenga el 75 % de un gran disco, Para cada disco nuevo me ha gustado poder tocar temas nuevos durante un año o dos, para poder ir sintiendo los temas como míos. Además, creo que a la gente también le gusta escucharlos antes, porque así, cuando tienes el disco, ya reconocen algunos temas.

Se ha rumoreado que estabas considerando hacer un disco acústico con SD

Quizás algún día lo haga. Pero para el próximo creo que necesitamos un disco de rock fuerte. Quizás luego podemos hacer un disco acústico.

Y tienes planes para hacer otro disco en solitario

He pasado buen aparte del 2008 girando en solitario, algo que no había hecho en ocho años. Me gustaría hacer otro disco, pero de nuevo me falta encontrar tiempo.

Dado que Johnny Wickershman y Bren Handing te han acompañado en tu gira en solitario ¿hay demasiada diferencia entre un show de Mike Ness y uno de SD?

Sí, son muy diferentes. Hay parecidos porque intento utilizar todo lo que he aprendido en 30 años e carrera para la Mike Ness Band, pero el sonido es mucho más country. Es la misma energía, pero con una dinámica diferente. Creo que tocar juntos en mi banda hace que seamos mejores cuando tocamos con SD. Hemos encontrado un buen equilibrio.

Siempre te ha costado mucho mantener una formación estable para el grupo. ¿Cómo han afectado todos esos cambios al funcionamiento del grupo? ¿Es muy distinto ahora a como era antes?

Reemplazar a Danny (Danell, guitarrista original que falleció de un neurisma cerebral en el 2000, ndr) fue el cambio más importante, tanto a nivel personal como musical. Por suerte pude encontrar a Johnny, que era la persona adecuada. En cuanto a la sección rítmica, al principio siempre había intentado usar a gente con la que me llevara bien con la esperanza e que también supieran tocar (risas). Ahora más bien busco a gente que sean buenos músicos y luego aprendo a ser sus amigos. A partir de respetarlos como músicos me es más fácil llevarme bien con ellos. Tocar con buenos músicos te hace mejorar. Creo que todos intentamos ir siendo cada vez mejores. Ahora tenemos a este chico, Adam (Willard), a la batería que tocaba con Rocket from the crypt, así que estamos a tope.

Tras 30 años de carrera ¿sigue siendo la banda tan importante para ti la como al principio, cuando no tenías nada más, o ahora juega un papel secundario respecto a tu familia, ¿por ejemplo?

Sigo sintiendo la misma pasión que entonces. Pienso tocar hasta que muera. Sigo sintiendo el grupo como una parte fundamental de lo quien soy. Obviamente, mi familia es igual de importante y es duro de combinar. A veces envido a la gente que tiene un trabajo normal, vuelve a casa y puede cenar tranquilamente con su familia. Cuando vuelvo de gira me cuesta dos semanas adaptarme ala vida normal.

¿Y sigues identificándote con todas las canciones o hay algunas que quizás ves como un poco inocentes o infantiles?

La mayoría me siguen pareciendo muy reales, pero hay algunas que me resultaría extraño catar. Siempre he intentado hacer canciones atemporales que pueda cantar cundo sea viejo o que, aunque cambien los temas, sigan siendo relevantes. No es fácil.

Fuiste de los primeros punk rocker en reivindicar a Johnny Cash cuando nadie le hacía ni caso. ¿Cómo has vivido ese resurgimiento de su figura?

Recuerdo que cuando hicimos “Ring of fre” mucha gente nos criticó, en plan, SD haciendo una canción country? Tío escucha la letra y calla. Así que ahora sólo siento ganas de decir “joderos”, está bien que la gente conozca la música de Johnny Cash, supongo que más vale tarde que nunca. Toda la música está conectada, el blues con el jazz, el jazz con el rock, el rock con el country

¿Cómo te sientes cuando otros músicos te citan como una influencia? ¿te hace sentir viejo?

(risas) No, pienso que es genial. El tío de Alkaline Trio me hizo una gran entrevista para un artículo sobre mí, tomamos café, nos hicimos fotos... me hizo sentir bien.

¿Estás al tanto de los nuevos grupos?

Más o menos. Pero los escucho con cierta sospecha (risas). Hay grupos que me gustan como los White Stripes o Los Hives, que hacen cosas originales. Pero siempre llego un poco tarde. No me compré mi primer disco de Nirvana hasta que Cobain había muerto.

¿Se te hace raro ver en qué se ha convertido la escena punk?

Cada uno tiene una definición de lo que es el punk. Cada uno hace su interpretación.
Ahora es simplemente otro estilo de música más como el rock o el pop, pero al que se le reconoce un significado social. De el mismo modo que en los 50 no era admisible que el rock fuera cantado por negros y tuvieron que buscar jóvenes blancos para hacerlo aceptable, con el punk pasó un poco lo mismo. Para mí el punk consistía en cambiar la cosas que nos gustaban. Era una revolución musical, pero nadie nos dirigía, éramos como un tren fuera de control, pero a pesar de ello creo que conseguimos cambiar la cosas. Peor con esos cambios vinieron muchas promesas falsas y todavía hay cosas en el mundo sobre las que exhibir y los ideales del punk siguen vigentes. Al mismo tiempo, ese estilo de vida casi acaba con mi vida. Cuando yo empecé, hacerse punk era casi como unirse a la mafia, parecía atractivo desde fuera, era sexo, dogras, rock and roll... pero también tenía s que pagar un precio.

En tu caso, estuviste enganchado a las drogas durante mucho tiempo. ¿Qué te hizo cambiar?

El dolor

¿Temiste en algún momento que la ausencia de dolor te impidiera escribir buena canciones?

No, lo que lo que más me preocupa era cómo podría divertirme sin drogas ni alcohol. Pero una vez que comprobé que era posible pasarlo bien sin eso, fui muy feliz. Y descubrí que tener la mente clara, de hecho, me ayudaba a conectar mejor con mis sentimientos y escribir sobre ellos. Hace casi 20 años que estoy limpio y no me gustaría volver atrás para anda, pero estoy seguro de que podría volver a caer.

Cuando a día de hoy coges una guitarra para componer ¿cuánto hay de espontáneo y cuánto de oficio?

Sigo escribiendo con el corazón. Eso es lo principal. Pero es importante crecer tanto intelectual como emocionalmente. Creo que a medida que me he hecho mayor, me he convertido en un mejor compositor.

¿Es duro físicamente aguantar una gira estas alturas?

No te voy a mentir, es duro (risas), además solemos tocar seis noches a lasa semana.
Sólo tenemos un día para recuperarnos. Damos el 100 % cada noche y hay días que te sientes que lo has dado todo la noche anterior y no te queda nada dentro. Por suerte, la adrenalina acaba saliendo, pero no es fácil.

¿Hay noches en las que sientes que no has dado todo lo que debías?

De vez en cuando sale algún concierto raro, pero yo sigo creyendo que el 50 % de un concierto es el público. Pero en nueve de cada diez conciertos nuestro público responde muy bien, lo que hace que nosotros respondamos. Tenemos esa suerte.

Mucha gente joven seguramente os va a ver porque sus grupos favoritos son fans vuestros. ¿Qué pasa por tu cabeza cuando miras a primer afila y ves u chaval de 15 años?

Que es un chaval listo (risas). Ir a un concierto de SD es como ir a la escuela.

Se dice que la canción “Kids of the black hole” de los Adolescents está basado en el apartamento donde vivías de joven. ¿Es cierto? ¿Podrías describirlo?

Si, es cierto. Era un apartamento de un habitación en el que nos reuníamos un montón de punk rockers para escuchar música, pintarrajear las paredes, hacer todo tipo de cosas que no deberíamos. Era nuestro lugar de reunión. En aquellos días, éramos muy pocos, así que los revolucionarios necesitábamos un punto de encuentro

Tus canciones hablan mucho de la calle, la parte oscura de California, pero al mismo tiempo hablas de ello con un punto de romanticismo. ¿Dónde acaba la realidad y empieza el mito?

Lo que está claro es que no canto sobre Dysneylandia. Siempre he tenido una relación de amor y odio con el lugar donde vivo. A veces veo su lado hermoso y pienso que Orange County es uno de los mejores lugares del mundo, y entonces veo a un idiota con un adhesivo de George Bush en el coche y recuerdo que no todo es tan bonito (risas)

Como vuestro disco, “Somewhere between heaven and hell”

Exacto. Vivimos entre el cielo y el infierno.