Michael Winterbottom: "La muerte es algo que nos incomoda"

El director británico estrena ‘Génova’, drama íntimo que habla de la pérdida y la culpa, y de la necesidad de sobreponerse a ellas


NANDO SALVÁ
El periódico de Catalunya



–Es lógico que su nueva película se llame Génova, porque la ciudad es un personaje más. ¿Qué le atrajo de ella?

–Es una respuesta vaga, lo sé, pero es simplemente que una vez visité el lugar, me gustó, y me gustó la idea de hacer una película allí. La historia podría transcurrir en cualquier otra parte, porque su núcleo es una familia, rota por la muerte de la madre, que se muda a una ciudad extraña. Es cierto, eso sí, que la parte vieja de Génova, con sus laberínticas calles, posee una atmósfera muy especial, un misterio muy hermoso pero también inquietante. Para mí es la versión física de la confusión emocional de mis personajes.

–Eso explica que, por momentos, la película use elementos del cine de terror.

–Más bien de thriller psicológico, diría yo. Es una película en la que no sucede nada, pero que contemplas con preocupación porque en todo momento temes que algo les pasará a los protagonistas. Génova es una ciudad que no conocen, con la que no sienten conexión, en la que no tienen amigos. Tratan de comenzar una nueva vida y se hallan en un pequeño limbo, vagando perdidos, buscando algo.

–¿Qué buscan?

–Una forma de lidiar con la pérdida. A Mary, la hija pequeña, se le aparece el fantasma de su madre. Joe [Colin Firth], el padre, se agarra al día a día como si su vida dependiera de ello, como si pararse a pensar en su propio dolor pudiera ser catastrófico. Aunque no lo veamos, está claro que este hombre y sus hijas han llorado mucho y han sufrido, pero en Génova asistimos a su reconstrucción, porque no importa lo desesperados que estemos tras una tragedia, tenemos que seguir desayunando y yendo a trabajar.

–De forma central o secundaria, la muerte está presente en casi todas sus películas, ¿por qué?

–La muerte me intriga porque es el tabú más grande que existe en nuestra sociedad. Cuando eres un niño, los mayores te mantienen alejado de los funerales y cualquier otro ritual relacionado con la muerte porque piensan que presenciarlos te puede trastornar, y de alguna manera esas celebraciones se convierten en secretos oscuros. La muerte es algo que nos incomoda, que no nos resulta fácil encarar, y por eso tampoco sabemos muy bien, por ejemplo, cuál es el protocolo para tratar con personas de luto. Queremos que esas personas superen el dolor, que sean divertidas de nuevo, porque no sabemos cómo lidiar con su pérdida.

–Andrew Eaton, productor de Génova y su colaborador habitual, asegura que, al leer el guión, detectó en la historia muchos elementos autobiográficos [Winterbottom está divorciado de la escritora Sabrina Broadbent, con quien tiene dos hijas].

–Tonterías (risas). Cuando eres padre te empiezas a preocupar por cosas nuevas y distintas, y eso fue lo que me atrajo del proyecto. Probablemente no habría hecho la película si no fuera padre, pero es una ficción, nada autobiográfico. Por supuesto, si eres padre tu experiencia viéndola es distinta.

-Génovaes su 16ª película en 14 años. ¿Por qué rueda tantas?

–Lo que ocurre es que siempre tengo ideas que quiero desarrollar y me resulta mucho más fácil y divertido estar haciendo una película que no estar haciéndola. Porque si no estoy haciendo una, eso significa que estoy en medio de los preparativos de una, y ése es un proceso que me aburre enormemente. Además, hago películas de forma razonablemente simple y barata, y eso ayuda. Si necesitas 50 millones de libras para rodar, es más duro que si necesitas cinco millones.