España y Portugal redescubren a Fantin-Latour


BELÉN RODRIGO
ABC




El Museo Thyssen y la Fundación Gulbenkian han organizado conjuntamente una retrospectiva del pintor francés Henri Fantin-Latour. Compañero de generación de Manet, Degas y Whistler, esta exposición trata de redescubrir la obra olvidada de uno de los grandes pioneros de la modernidad. En Lisboa estará expuesta al público hasta el 6 de septiembre y llegará al museo madrileño el 29 de ese mes (permanecerá hasta el 10 de enero de 2010).

La historia ha dejado bastante en el olvido a uno de los grandes pintores de la segunda mitad del siglo XIX. La última gran exposición monográfica importante que le fue consagrada se remonta al año 1982, expuesta en París, Ottawa y San Francisco. Por iniciativa de los directores del Museo Thyssen, Guillermo Solana, y del Museo Calouste Gulbenkian, João Castel Branco Pereira, la obra del pintor francés se presenta en Europa. «Es una exposición indispensable porque Latour no ha estado considerado en la historia del arte en su justo lugar en relación a su época», explica a ABC el comisario de la muestra, Vincent Pomar_de, conservador jefe del Departamento de Pintura del Louvre. «No estuvo totalmente identificado con la corriente realista ni con los impresionistas, pero tuvo muchos temas que fueron también tratados por los simbolistas».

Una selección ambiciosa

Se trata de la primera retrospectiva del pintor en nuestro país, y en ella se podrá apreciar una selección ambiciosa de las obras del maestro: sesenta pinturas y cerca de veinte dibujos y grabados. Recoge todas las fases del pintor, comenzando por los autorretratos, que ocupan los primeros años de su carrera, en los que realizó cerca de cincuenta cuadros. Una época en la que llevó a cabo un ejercicio introspectivo del artista con reminiscencias de Rembrandt y Tiziano. Otro de los grandes logros del artista francés fueron las copias realizadas para el Louvre de cuadros como las «Bodas de Caná» de Veronés o el «Paraíso» de Tintoretto.

Los retratos intimistas, los encuentros de amigos, la música del futuro o representaciones de flores son algunas de las temáticas tratadas por el pintor francés. «Estoy seguro de que después de esta exposición habrá más interés por Latour, sus trabajos sobre naturalezas muertas, sus copias y su reflexión entre la pintura y la música interesan hoy a muchos historiadores del arte», explica el comisario. «Es un artista que provoca emoción, porque se nota el esfuerzo realizado desde el interior de su alma y de su corazón. El público español va a apreciar su obra», agrega.

El director artístico del Thyssen, Guillermo Solana, confía igualmente en el éxito de la exposición, recordando que Latour, a pesar de no haber seguido el camino del impresionismo, «fue un magnífico maestro». Este trabajo conjunto entre los museos ibéricos es el primero de una colaboración que «esperamos mantener porque tenemos interés en que aparezcan nuevos proyectos, ya que compartimos intereses y la proximidad permite abaratar los costes de grandes exposiciones».