"Mis revoluciones", Hari Kunzru


KEPA ARBIZU
Lumpen




Godard decía que había dos métodos de hacer propaganda política a través de una obra de arte. La primera es que tuviera el mismo aspecto que una manisfestación, claro y directo el mensaje sin que la forma interfiera demasiado. La otra era su propio ejemplo, hacer películas llenas de simbolismo y sólo a través de un esfuerzo cultural acceder al sentido completo de dicha obra. “Mis revoluciones”, por lo menos en algún aspecto, estaría en el primer grupo, no a lo mejor en considerarse un panfleto en un sentido estricto pero sí en que hay una “tesis” que pretende ser parte esencial.

Hari Kunzru es un escritor inglés de ascendencia india. Muy bien tratado por la crítica, es considerado uno de los mejores escritores jóvenes (ronda los 40 años). Condensa un buen trato del lenguaje y cierto aire contestatario, se negó a recibir el premio que le otorgó el Daily Mail por el trato que daba éste a los inmigrantes, que le lleva a desarrollar una visión crítica de la sociedad en todo lo que escribe.

En este nuevo libro, el tercero, rompe algunas costumbres respecto a los anteriores. De su estilo desaparece el humor cínico que aparecía con cierta importancia en sus pasados trabajos, además esta vez su protagonista no es de raza hindú como había sido habitual hasta este momento. En esta ocasión se trata de Chris Carver, un inglés de clase media-baja que unos días antes de cumplir los 50 años, y tras reencontrarse con dos personajes de su pasado, decide escapar de su nueva vida.

Kuzru consigue mezclar, en uno sola, diferentes tipos de historias. Todo lo referente a su huida(tanto la que realiza en el presente como las diferentes de su pasado), sus delitos y acciones de juventud destilan un claro aroma a thriller policiaco. Por momentos nos recuerda a un libro sobre política “pura y dura”, los acontecimientos que rodearon a los años de la guerra de la Vietnam y los problemas, internos y externos, que se encuentran todos aquellos que deciden luchar contra un mundo sustancialmente injusto.

Muchos, tras leer el libro, descubrirán a un escritor con una tremenda facilidad para el lenguaje y una historia basada en la dificultad de apuntalar una vida, por muy bien montada que esté, a base de mentiras del pasado y de esconder una parte importante de la propia personalidad. No estará errado el que así lo entienda, pero además, para el que esté dispuesto a hacer un ejercicio de reflexión, serio y porqué no doloroso, hallará la enorme dificultad que nos muestran los personajes para aunar la lucha contra el sistema y una existencia apacible con uno mismo, la deshumanización que sufre cada uno de los que se ve envuelto en estos sucesos y por encima de todo, el autoengaño que sufren todas esas personas que se sienten felices en este mundo tan cruelmente ordenado.