España tiene su "Guantanamo" en África


De acuerdo a un informe presentado el año pasado por Amnistía Internacional , cada mes llegan 300 migrantes al pequeño Guantánamo, un centro de detención ubicado en Mauritania que está financiado por España. El encierro, el hacinamiento, la escasa ventilación y los malos tratos caracterizan a este centro

Maximiliano Sbarbi Osuna
BAE



El ritmo de los tambores y de las danzas africanas del grupo Yamo Yamo acompañaron ayer en Madrid la presentación del segundo Plan África 2009-2011, por parte del ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.

Este nuevo Plan África que sustituye al primero – 2006-2008 - “renueva el compromiso del gobierno y de la sociedad española con esta región, y especialmente con la consolidación de la democracia, la paz y la seguridad, así como con la lucha contra la pobreza”, de acuerdo con el informe oficial del gobierno de Rodríguez Zapatero.

Lo cierto, es que mediante este convenio de segunda generación, entre España y los cuestionados gobiernos del norte y oeste africanos, la frontera sur de Europa y su vigilancia se extiende hacia Marruecos, Mauritania, Senegal, Malí y Guinea Bissau.

La mayoría de estos países, que están acusados por ONG internacionales de violar los Derechos Humanos, se comprometen a detener a los miles de migrantes, que intentan alcanzar Europa cada año, de la manera que sea posible, incluyendo detenciones, torturas, y abandono de poblaciones enteras en zonas inhóspitas.

El Plan África se materializa por medio de acuerdos bilaterales entre España y los países africanos, que se ven obligados a adquirir los sistemas de seguridad fronteriza europeos, a frenar la ola migratoria y a aceptar el ingreso de empresas de bienes y servicios españolas. A cambio, España aporta créditos de Ayuda al Desarrollo, muchos de los cuáles se utilizan para la compra de los servicios españoles y además obtiene beneficios de los acuerdos pesqueros con Marruecos y Mauritania.

Estos créditos generan pesadas deudas para las asfixiadas economías africanas. Además, España aporta fondos con la excusa de combatir el terrorismo, principalmente al grupo Al Qaeda para el Magreb Islámico, pero el objetivo principal es establecer sus compañías y beneficiarse de los convenios con los corruptos y violentos gobiernos africanos, que ceden sus recursos naturales y se enriquecen con la ayuda europea.

Guantanamito

Marruecos no es el único país por medio del cuál los emigrantes subsaharianos llegan al sur de España. Cientos de precarias embarcaciones alcanzan por año las islas Canarias españolas desde la costa de Mauritania.

En agosto pasado una junta militar dio un golpe de Estado al gobierno elegido democráticamente. El temor europeo a los inmigrantes se sitúa por encima de la democracia y de los Derechos Humanos.

España no sólo legitimó el golpe sino que continuó con los acuerdos bilaterales que condenan a los emigrantes y que benefician a las compañías europeas.

Alrededor de 31 mil emigrantes africanos alcanzan las costas canarias cada año. Para alojar a los cientos que son capturados en tránsito por tierra y mar, España transformó una escuela abandonada en la localidad de Nuadibú, al norte de Mauritania, en un centro de detención bautizado como Guantanamito.

De acuerdo a un informe presentado el año pasado por Amnistía Internacional (AI), cada mes llegan 300 migrantes al pequeño Guantánamo sin ninguna protección judicial. El encierro, el hacinamiento, la escasa ventilación y los malos tratos caracterizan a este centro.

Aunque algunos intelectuales españoles intenten explicar el encierro mediante la falacia de que se está evitando no la salida de los detenidos, sino la entrada de los pobres mauritanos que carecen de electricidad y agua a las acogedoras instalaciones de Guantanamito, la realidad es que los emigrantes se encuentran en un limbo jurídico sin posibilidades de acceder a abogado alguno.

El primer Plan África habilitó al gobierno de Mauritania, que asume la responsabilidad de evitar que los emigrantes alcancen las Canarias, a abandonar en 2006 a 11.600 personas en las fronteras con Malí y Senegal sin tener en cuenta su origen, según el informe de AI.

La junta militar mauritana convocó a elecciones presidenciales para el próximo 6 de junio. Varias ONG denuncian que los resultados ya están programados y le darían la victoria al actual gobierno de facto. Sin embargo, Moratinos presentó su nuevo Plan África como si contribuyera al desarrollo del norte africano y como si además fuese un triunfo de la democracia.

El gobierno español y los medios de comunicación afines denuncian la invasión de miles de posibles delincuentes que llegan a Canarias. Sin embargo, el promedio anual de 31 mil emigrantes africanos es ínfimo en comparación con los 10 millones de turistas por año que ingresan las islas. Por eso, es falso que los emigrantes presenten un problema demográfico.

Un plan más humanitario que podría implementar España y el resto de las potencias europeas es continuar con la inversión en África, pero evitando el saqueo, la utilización de mano de obra esclava, los acuerdos con gobiernos corruptos y dictatoriales, la exacerbación de las rivalidades étnicas y el deterioro del medio ambiente. Quizás, con un continente más desarrollado, se reduzca considerablemente la ola de emigrantes desesperados que intentan “invadir” Europa.